La alcaldesa dimisionaria comienza a recuperar su condición de periodista y su predilección por la expresión escrita. Los vecinos de Artà hallaron ayer en su correo una carta de Margalida Tous en la que combina el tono de epistolario familiar con la descripción de los hechos, deja entrever algún sentimiento personal y se asoma al análisis político.

La misiva es un ejercicio de sinceridad y un diagnóstico, frío y claro ante el que sólo cabe preguntarse por qué no se ha actuado antes. Margalida Tous "no desmiente" la sentencia popular según la cual "no toda el agua se pierde siempre por el mismo lado", dice asumir todas sus responsabilidades pero también se declara testimonio privilegiado de "la situación grotesca" que comporta el ver a "una oposición que impone su voluntad a un equipo de gobierno en minoría".

La carta confirma que la imposibilidad de aprobar los presupuestos ha sido "la gota que ha colmado el vaso" y después se ampara en símiles de navegación marina para zarpar hacia el rumbo de su nuevo destino político: "La situación de bloqueo me ha hecho pensar que la mejor solución era dejar el mando del barco", pero advierte que "no se trata de abandonarlo, sino de seguir formando parte de la tripulación -como siempre- pero dando la oportunidad a un nuevo capitán". El puerto de destino, suspirado por Tous es "un pueblo más habitable, educado y culto, cohesionado a nivel social y solidario para favorecer la prosperidad y el incremento del bienestar y la calidad de vida".