Hugo González medita su retirada tras la disputa de los Juegos Olímpicos

El mallorquín Hugo González, en los 100 espalda. / COE
«Para mí la natación no es una profesión. Nado para pasarlo bien. Esto no me da de comer y de la beca ADO tampoco se vive. Si nadando a este nivel tengo que vivir con mis padres, lo dejo y busco trabajo de ingeniero». Hace solo unos días el mallorquín Hugo González se sinceraba en una entrevista para El Mundo. El buque insignia de la natación masculina en España, con solo 22 años, medita su retirada, una afirmación que corroboró ayer en la Cope su padre Juan Miguel, quien reconoció que «las becas ADO están muy bien, son un pequeño apoyo, pero evidentemente no te dan ni para comer». «Por suerte, él sabe que tiene que labrarse el futuro y que mientras más puertas haya abiertas, mejor. Está estudiando ingeniería informática, pero ahora mismo lo tiene un poco aparcado por la cantidad de horas que tiene que dedicarle a los entrenamientos. De todas formas, en Estados Unidos (donde estudia) le dan muchas facilidades, le cambian los exámenes y se lo ponen bastante cómodo», reconocía el progenitor del nadador mallorquín al ser cuestionado por las dificultades que se encuentra su hijo como deportista.
- Muere una mujer de 40 años precipitada en Puig de Ros
- La mejor nota MIR de la Universidad de las Islas Baleares: 'Salí llorando del examen, no me lo esperaba
- Alarma en Mallorca por mensajes como este: 'Nos hemos quedado sin pisos de alquiler', el cartel de una inmobiliaria en Palma
- Debe saberse lo que pasa ahí dentro': el testimonio que desde Mallorca inspiró la docuserie para destapar la realidad del Opus Dei
- Así ha sido la emotiva despedida de una controladora aérea del aeropuerto de Palma
- Fin de la concesión de El Pesquero de Palma: la mejor terraza del puerto renovará su gestión en agosto
- Este es el mejor restaurante de sushi de Mallorca para un chef estrella Michelin
- Herida una niña de tres años en un accidente de tráfico al estrellarse el coche en una rotonda y no llevar abrochado el cinturón a la silla