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Lucía Muñoz, activista mallorquina en la Flotilla: "El plan Trump para Gaza es un acuerdo entre los genocidas y los financiadores de los genocidas"

La regidora de Podemos en el Ayuntamiento de Palma asegura que "seguirá habiendo flotillas mientras el pueblo palestino viva bajo ocupación y un régimen colonizador"

La regidora de Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz

B. Ramon

Andrés Martínez

Andrés Martínez

Palma

Lucía Muñoz es una de las tres activistas mallorquinas que el pasado lunes aterrizaron en la isla después de haber sido retenidas en Israel tras su participación en la Global Sumud Flotilla. Así, la regidora de Podemos en el Ayuntamiento de Palma carga contra el acuerdo de paz firmado por Trump y asegura que "seguirá habiendo flotillas mientras el pueblo palestino viva bajo la ocupación"

-¿Cómo ha sido la vuelta a casa tras su participación en la Flotilla?

Ha sido muy emocionante, hemos sentido muchísimo el apoyo desde que nos fuimos de toda la gente que lleva movilizándose mucho tiempo, pero también de gente que se ha ido implicando estas últimas semanas y que nos ha recibido con los brazos abiertos. Desde aquí quiero lanzarles un agradecimiento y reconocimiento a toda esa gente que ha apoyado esta misión y está acompañando la lucha del pueblo palestino.

-Usted denunció "torturas de bajo impacto" por parte de Israel. ¿Cómo describiría dichas torturas?

En el momento en que nos interceptan ya pasamos toda la noche en la cubierta del barco sin poder movernos. Después enseguida nos pusieron de rodillas al sol esperando mucho tiempo para posteriormente entrar en un proceso burocrático donde te hacen preguntas para jugar contigo. Una vez allí lo más grave es que a las personas que necesitaban medicamentos por enfermedades crónicas se les denegaba. También hemos sufrido privación del sueño y estuvimos mucho tiempo sin apenas comida. Una cosa muy gráfica es que, al estar en una cárcel para palestinos, había una foto muy grande en el patio con Gaza destruida. El caso de Reyes Rigo también es un caso paradigmático a la hora de ver qué tipo de métodos se pueden ejercer sobre una persona con torturas de bajo impacto y un ejercicio de violencia. En cualquier caso somos conscientes de que el trato que hemos recibido no es comparable al que reciben los palestinos.

-En el caso de Reyes Rigo se quedó más días en Israel tras ser acusada de agredir a una funcionaria de prisiones. ¿Cómo lo ha vivido?

Para nosotras fue muy angustiante porque además Alejandra Martínez compartía celda con ella y fue testigo de lo que pasó. Desde el primer momento estábamos muy pendientes de a ver cuándo iba a volver porque al día siguiente nos deportaban y temíamos que se quedara atrás. De hecho con las compañeras de mi celda preguntamos a la mañana siguiente a ver donde estaba y no nos dieron ningún tipo de respuesta. Cuando llegamos al avión y vimos que no estaba, pues tuvimos una sensación de que esto no acababa aquí, de que hasta que no saliera teníamos que seguir haciendo muchísima presión política y mediática y eso es lo que hicimos nada más aterrizar.

-¿Cómo está ella? ¿Le ha explicado lo que sucedió?

Está cansada pero bien de ánimos. Lo que pasó es la versión que hemos ido contando por nuestra parte. Yo creo que ella en algún momento hablará con los medios y dará su versión de los hechos, pero en cualquier caso ha habido falsas acusaciones y al final creo que también ha sido un ejercicio de intentar que vuelva lo antes posible aunque haya tenido que aceptar ciertas condiciones. Insisto en que es mejor que lo cuente ella, pero yo siento una profunda admiración por su fortaleza.

-Han recibido muchas críticas de gente que considera que se han ido de vacaciones un mes con la flotilla.

Hemos visto como ha operado la propaganda sionista en dos narrativas: por una parte, que somos una flotilla de la fiesta y vacaciones en el mar, pero por otro lado, también decían que éramos peligrosos terroristas de Hamás. Esas dos narrativas han operado al mismo tiempo cuando son absolutamente incompatibles. Creo que nuestro objetivo estaba muy claro: romper con el bloqueo criminal que está ejerciendo Israel sobre Gaza y abrir un corredor humanitario lo cual es una obligación legal de los gobiernos que no han hecho nada. Ese objetivo no se ha cumplido, pero sí que hemos hecho una contribución al crecimiento del movimiento de solidaridad con Palestina de la manera en que hemos podido.

-Trump ha materializado el acuerdo de paz para Gaza. ¿Cree que esto va a poner fin a la guerra?

El plan Trump es un plan que han acordado básicamente los genocidas con los financiadores de los genocidas. Un pacto donde no cuentan con el pueblo palestino ni contemplan los derechos reconocidos por la legalidad internacional como es el derecho al retorno o a la autodeterminación. Es un acuerdo que va por fases que no están definidas y lo que tiene de fondo es que no contempla ningún proceso de descolonización. En definitiva, es un plan de negocios que no acaba con la ocupación y que tiene el objetivo de que Gaza se convierta en un resort turístico. Hay que ser muy prudentes a la hora de calificar este plan de paz, es una pausa pero hay que seguir movilizándose porque esto no acaba aquí.

-A su llegada a España, Reyes Rigo defendió que "había valido la pena" a pesar de quedar detenida en Israel. ¿Volverían a repetir la experiencia de la flotilla?

Va a seguir habiendo flotillas mientras siga existiendo un bloqueo criminal y mientras el pueblo palestino viva bajo ocupación, apartheid y un régimen colonizador. Por supuesto que volvería, pero también tengo que decir que ha habido muchísimas personas que han hecho un trabajo incansable en tierra y que sin esa movilización tampoco habría tenido la repercusión que ha tenido la flotilla. Hemos aprendido que ese trabajo de movilización en tierra es fundamental.

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