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La empresa que explota los quioscos de prensa de Palma se declara insolvente y presentará concurso de acreedores

El Ayuntamiento se siente perjudicado por el cierre de estos espacios municipales y pondrá el caso en manos de los servicios jurídicos

El quiosco de plaza Espanya y los otros cuatro cerraron el 1 de octubre.

El quiosco de plaza Espanya y los otros cuatro cerraron el 1 de octubre. / Guillem Bosch

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Palma

La empresa que explota los cinco quioscos de prensa de Palma presentará concurso de acreedores con el argumento de que ha sufrido graves pérdidas económicas. Así se lo han comunicado representantes de Kemfactory SL este jueves a la regidora de Govern Interior, Mercedes Celeste, durante una reunión celebrada en el Ayuntamiento de Palma.

Cort, por su parte, informará de esta situación a los servicios jurídicos para saber qué pasos seguir. El Consistorio se siente perjudicado por el cierre de estos puntos de venta por parte de Kemfactory, que hace menos de un año asumió su gestión tras ganar un concurso al que se presentaron otras tres empresas. La concesionaria se comprometió a abonar un canon anual de 80.000 euros, pero a día de hoy el Ayuntamiento no ha percibido ninguna cantidad.

Los quioscos, ubicados en plaza del Mercatplaza Joan Carles Iplaza Espanyaplaza de l' Olivar y plaza Progrés, echaron el cierre el 1 de octubre. Inicialmente el objetivo del concesionario era negociar una solución con el Ayuntamiento que le permitiera reabrir estos espacios públicos antes de obligar a Cort a la convocatoria de un nuevo concurso en el primer año de una concesión de seis. Sin embargo, esta opción parece descartada.

Celeste expresó el miércoles su enfado por esta situación. "Lo que sabemos de este tema es a través de la prensa. Nos parece absolutamente fuera de lugar que tengamos que ser nosotros los que, una vez leído el diario, tengamos que avisar al concesionario de que tendría que venir a hablar con nosotros", manifestó horas antes de citarse con la empresa.

Celeste: "No pueden abrir y cerrar cuando quieran"

"No han entendido que esto no es un establecimiento privado en el que uno decide abrir o cerrar cuando quiera. Esto es una concesión pública que está sometida a unas normas y a unas penalizaciones", advirtió la regidora, que recordó que el canon mínimo que se fijó en los pliegos del concurso era de 20.000 euros, y que la empresa decidió ofrecer cuatro veces más.

Kemfactory, por su parte, culpa al Consistorio de la falta de rentabilidad de los quiosos. Asegura que su intención era poner en marcha "un negocio multiservicio" que, además de prensa y helados, también pudiera ofrecer al público servicio de cafetería con venta de bocadillos e incorporar cajeros automáticos ATM, publicidad electrónica y puntos de entrega y recogida de paquetería.

El concesionario, Sebastián Jiménez Grifith, lamenta además que invirtió 100.000 euros en la reforma de los quioscos (cuestionada por ARCA porque los pintó de amarillo)

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