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Cien años de ses Cent Cases de Pere Garau: Dos pesetas por semana para ser dueño de una casa en Palma

El emblemático enclave celebra el centenario de su creación en lo que fue un símbolo de cooperación vecinal entre las clases humildes en la dura Mallorca de principios del siglo XX

"Cada vecino de este barrio tiene algo especial; es un lugar lleno de historias"

Ses cent cases de Pere Garau cumplen 100 años.

Ses cent cases de Pere Garau cumplen 100 años. / Manu Mielniezuk

Pere Morell

Pere Morell

Palma

«La historia de cómo se crearon ses cent cases es como un cuento de hadas», así describe la activista ciudadana Àngels Fermoselle los inicios de lo que se convertiría en uno de los enclaves más emblemáticos de Pere Garau. Ses Cent Cases cumplen 100 años de vida, historia y vecindad, y este minibarrio está de celebración.

Hace más de un siglo, cinco humildes carteros pusieron en marcha una cooperativa de viviendas llamada La Redención del Hogar, con el sueño de construir hogares dignos para trabajadores, donde antaño habían los campos de almendros de la possessió Son Coc.

La magia vecinal transformó ese espacio en un pueblecito de dos manzanas y media, comprendido entre las calles Arquebisbe Aspàreg, Adrià Ferran y Bartomeu Torres.

Son les Cent Cases, pero se edificaron 102: «Estaba prevista una escuela, pero el contexto lo impidió y se edificaron dos casas más», explica Àngels Fermoselle.

La activista ciudadana y coautora del libro Pere Garau, un barri amb història fue una de las principales impulsoras de la protección patrimonial del enclave mientras formaba parte de la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA), un hito que se logró hace pocos años.

Ses cent cases está ubicado dentro de Pere Garau y conforma un minibarrio dentro del barrio.

Ses cent cases está ubicado dentro de Pere Garau y conforma un minibarrio dentro del barrio. / Manu Mielniezuk

«Ses Cent Cases son un mundo aparte. Que hayan mantenido casi intactas tanto tiempo es un milagro», asegura.

La creación de este espacio fue un símbolo de cooperación entre las clases humildes de la Mallorca de principios del siglo XX: «No querían ricos, querían gente trabajadora, que supiera que pagaría, que viviría allí, y que sería gente noble, que no especularía», aclara Fermoselle.

La cooperativa, sin ánimo de lucro, buscaba 100 socios para levantar 100 casas «humildes pero de calidad». Quienes se apuntaron a la iniciativa pagaban dos pesetas cada semana con el anhelo de convertirse en propietarios de estos bloques idénticos de planta baja y primer piso, persiana verde mallorquina, fachada con línea horizontal granate y patio trasero comunitario con algunos limoneros.

El proyecto fue obra del arquitecto Carles Garau, hijo del ingeniero Pere Garau, quien diseñó el trazado del ferrocarril y tranvía de Sóller, y da nombre a toda la barriada. Con los años, Ses Cent Cases se convirtió en un microcosmos comunitario donde todo se compartía: desde los patios hasta los cumpleaños. Durante el franquismo, una profesora del barrio daba clases clandestinas. En la Setmana de les Verges, el aroma de los buñuelos de Sa Bunyolera perfumaba de fritura dulce las travesías.

La Llubinense

Justo enfrente del núcleo de las Cent Cases se encuentra La Llubinense, el bar que mantiene viva la historia comercial del barrio. Esta “catedral del variat” abrió en 1940, cuando aún sólo existía la planta baja del núcleo.

El bar es el único comercio histórico que mantiene la persiana abierta. Forman parte del pasado el colmado y carnicería Reus, la tienda de comestibles Ca na Joana —antes, Los Cubanos— y la mercería de Pilar. A pesar de la resistencia y del carácter único de la zona, la amenaza de la especulación inmobiliaria ha llegado también a Ses Cent Cases.

«Una de estas casitas la ha comprado una inmobiliaria extranjera por 180.000 euros. La reformarán y la venderán a un precio elevadísimo», lamentan Joana Sánchez y Magdalena Torres, vecinas de toda la vida. «Aquí empieza a haber alemanes. No sabemos si pasará lo mismo que en Son Espanyolet…», suspiran.

Una de esas nuevas vecinas es la alemana Ilse Schrader, que vive desde hace veinte años en una de las casas con su esposa. Reconoce que «tiene algo de culpa» en la llegada de tantos extranjeros a las barriadas: «Habrá un boom como en Santa Catalina».

Pero a diferencia de otros recién llegados, Schrader se ha integrado plenamente en la vida del barrio y habla un catalán perfecto. Sigue enamorada de un lugar cuyos recuerdos son demasiado abundantes: «Cada vecino de este barrio tiene algo especial; es un lugar lleno de historias».

Celebración

El próximo 6 de septiembre, el barrio celebrará su centenario con un festival cultural abierto a toda la comunidad, bajo el nombre "Els cent de Es Cent". Será una jornada llena de actividades para todas las edades: teatro, visitas guiadas, música en vivo, exposiciones, talleres y refrigerio popular.

Visitas guiadas

Habrá tres visitas guiadas, todas de aproximadamente 30 minutos de duración, con salida desde el punto de encuentro en la calle Bartomeu Torres, 21.

  • Primera visita: 11:00 h
  • Segunda visita: 12:00 h
  • Tercera visita: 13:00 h

Exposición sonora

En el portal número 22 de la calle Bartomeu Torres, se podrá visitar la instalación sonora "Pere Garau: la biografia d’un barri", una experiencia inmersiva sobre la historia viva del barrio, puerta a puerta.

Conciertos y espectáculos

La música y los espectáculos tendrán lugar en el Passatge Dante, número 9, desde las 11:30 h hasta las 21:30 h.

La programación incluirá:

  • Conciertos
  • Sesiones de DJ
  • Teatro
  • Momentos de participación abierta para el público

Taller de estampación y merchandising

En la dirección Pere Llobera, 22, se organizará un taller creativo de estampación y diseño de merchandising del barrio, en dos turnos:

  • De 12:00 a 13:30 h
  • De 17:00 a 19:00 h

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