Cort permite quince mil pisos ilegales

Balears lidera la tasa de viviendas compradas por extranjeros

Balears lidera la tasa de viviendas compradas por extranjeros / M. Mielniezuk

Matías Vallés

Matías Vallés

Jaime Martínez ha sido valiente al confesar que solo en Palma hay quince mil pisos alquilados ilegalmente a turistas. Todos lo son, tras la prohibición de Antoni Noguera que, pese a las reticencias del PSOE, llevó al entonces alcalde a la portada del New York Times. El actual titular de Cort ha reiterado su sinceridad al contabilizar a seiscientos palmesanos instalados en caravanas, aunque sus cifras se queden cortas.

Una vez localizado y medido el problema del alquiler turístico, mucho más grave para Palma que las infracciones en emisiones o en la ORA, cabe plantearse la célebre pregunta de Lenin, «¿qué hacer?». Nada, es la breve respuesta de Cort, que permite quince mil pisos ilegales mientras el Consell se refugia en la broma de aportar dos inspectores para afrontar la avalancha. Mejor dicho, para tranquilizar a quienes incumplen la ley.

Si ningún automóvil que viola la ORA se queda sin castigo, qué impide montar un rentabilísimo servicio para disuadir y multar a los pisos piratas, que son todos por lo que no hay demasiados problemas en localizarlos. No es lo mismo, dirán los escépticos en cumplimiento de la famosa frase de López de Arriortúa, «siempre hay una buena razón para no adoptar una decisión». Ante la zozobra, el Derecho comparado llega en auxilio de Cort.

Es fácil coincidir en que las cotizadas capitales italianas comparten el problema de Palma con el alquiler turístico ilegal. Una de las medidas drásticas adoptadas en Roma o Florencia consiste en prohibir los cajetines con las llaves en las fachadas, que son arrancados por la autoridad sin contemplaciones. Ahora mismo, Cort ha externalizado este servicio en los cachorros de Arran, pero es un trabajo excesivo para una organización de efectivos limitados.

Pese a la escasez de la vivienda y a los precios disparados, Palma cuenta con quince mil pisos alquilados ilegalmente a turistas. ¿Cuál es la solución habitacional trasladada a Palma por el Govern de Vox? Construir más pisos en cualquier superficie disponible, para que sean dedicados también al alquiler por noches. Es difícil encontrar una definición más exacta de complicidad.

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