La aportación insuficiente del Govern balear abre un agujero de 5,6 millones de euros en la EMT de Palma
Una auditoría encargada por la empresa pública revela que el dinero que el Ejecutivo balear paga para compensar el incremento de pasajeros procedentes del TIB y el tren es exiguo y provoca un desfase

El aumento de pasajeros por la gratuidad del transporte público ha generado un sobrecoste para la EMT. / Guillem Bosch

El aumento de pasajeros que ha experimentado la EMT por la gratuidad del transporte público ha supuesto un sobrecoste para la empresa pública y el Ayuntamiento de Palma responsabiliza de manera recurrente al Gobierno de Pedro Sánchez por no hacer frente al déficit originado. Sin embargo, una auditoría encargada por la propia EMT pone de manifiesto que al menos una parte de ese agujero está causado por la falta de financiación del Govern de Marga Prohens.
Este análisis económico revela que el Ejecutivo balear no aporta suficiente dinero para compensar el incremento de pasajeros que llegan a la EMT desde el tren y el bus TIB, de competencia autonómica. Y el desfase asciende a casi seis millones de euros.
La auditoría concluye que para cubrir todo el coste derivado de los usuarios procedentes del TIB, y que cifra en 7.727.810 usuarios en 2023, el Govern debería abonar a la EMT de Palma 8.079.000 euros. Sin embargo, el Consorcio de Transportes de Mallorca (CTM), que gestiona el metro, el bus TIB y el tren, únicamente se ha comprometido a aportar 2.395.599 euros. Es decir, 5.683.000 euros menos de los que serían necesarios.
Hay que recordar que desde 2023 hay en vigor un convenio de colaboración entre la EMT de Palma y el Consorcio que garantiza la integración tarifaria en un contexto de gratuidad de todo el transporte público de viajeros en Mallorca que financia el Gobierno central.
De este modo, cada pasajero puede utilizar de manera indistinta sus títulos de transporte en el metro, tren y bus TIB (en los que se utiliza la Tarjeta Intermodal) o en el bus de la EMT de Palma (con Tarjeta Ciudadana), y hacer los transbordos que necesite entre uno y otro transporte de manera gratuita.
Esta interoperabilidad ha hecho más accesible el transporte público para los residentes en la isla, más aún cuando está bonificado al cien por cien, pero también ha incrementado el número de pasajeros y como consecuencia se han generado una serie de sobrecostes.
De este modo, el CMT debe abonar a la EMT el importe correspondiente a los usuarios que utilizan la tarjeta del TIB en los buses de Palma.
Un desfase que puede ser mayor
Sin embargo, el citado desfase de 5,6 millones de euros puede quedarse incluso corto porque para calcularlo la auditoría se basa en el número de pasajeros que utilizaron la EMT, que se cerró con 52 millones de usuarios. Esta cifra récord fue superada en 2024 al registrarse 60 millones de pasajeros.
Haciendo una regla de tres, el número de usuarios que utilizan la EMT procedentes del TIB pudo situarse en 2024 en 8.916.000 pasajeros, lo que elevaría hasta los 9,3 millones de euros la cantidad que tendría que aportar el Govern.
«La EMT tiene un agujero, pero lo está provocando el Govern de Prohens porque no paga lo que toca para compensar el aumento de pasajeros», manifiesta el regidor del PSOE, Xisco Dalmau, y exconcejal de Movilidad de Cort.
Suscríbete para seguir leyendo
- Palma sufre una jornada de colapso total en accesos, calles, aparcamientos y paradas de bus y de taxi
- Liberan la plaça d'en Coll de Palma de terrazas para jugar a truc: 'La ciudad es nuestra
- Ca Na Martina, en el mercado de Pere Garau: «El ‘variat’ lo llevamos en las venas»
- El Parc de la Mar vibra con la fiesta del Flexas: Antònia Font, la gran sorpresa de la noche
- La gran fiesta del verano del Bar Flexas resucita por su XXI aniversario: 'No íbamos a hacer más, pero al final nos hemos liado hasta las trancas
- El truc sustituye al terraceo en la plaça d'en Coll: 'Me encanta, algo así nunca se ve en Palma
- Nuevos radares en Palma: Luz verde a la instalación de dos dispositivos fijos y un 'foto-rojo' en la avenida Adolfo Suárez
- Trescientas denuncias contra patinetes desde la entrada en vigor de la ordenanza cívica de Palma