Vecinos de Son Oliva denuncian abandono e inseguridad

Los residentes en este barrio de Palma critican la falta de equipamientos y la degradación que han experimentado sus calles en los últimos tiempos

Fachada ennegrecida de un edificio de Son Oliva tras el incendio de una moto en una acera.

Fachada ennegrecida de un edificio de Son Oliva tras el incendio de una moto en una acera. / D.M.

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Palma

Inseguridad y abandono. Estas son las dos principales lacras que azotan al barrio de Son Oliva, según las denuncias vecinales, desde la pandemia de la covid. Lo que otrora era un barrio apacible y obrero, los residentes han visto cómo se ha sustituido por trapicheo y venta de drogas, incendios y okupaciones en locales destinados a equipamientos vecinales.

Pelea de varios jóvenes en una de las pistas deportivas del barrio de Son Oliva.

Pelea de varios jóvenes en una de las pistas deportivas del barrio de Son Oliva. / D.M.

Juan Pedro Serrano, vocal de la asociación de vecinos de Son Oliva, ha estallado después de los últimos incidentes que han azotado su barrio. El incendio de una moto estacionada en la acera y la propagación del fuego por la fachada de un edificio, hasta dejarla ennegrecida, ha colmado el límite de su paciencia.

«Al menos en dos bares del barrio se trapichea con droga. Esto atrae chusma y delincuencia», asegura sin ambages este líder vecinal. Otro tanto también ha ocurrido con la antigua pista infantil. «Se ha convertido en escenario de peleas», abunda.

Además de estos episodios violentos en el barrio de Son Oliva, determinados actos vandálicos también les han exasperado. En este sentido, la aparición de la fachada de un edificio pintada de gris hai ndignado a los residentes. 

Paralelamente a este aumento de la conflictividad en el barrio, los residentes contemplan con estupor cómo este barrio obrero va perdiendo paulatinamente algunos de los equipamientos con los que se pretendía inicialmente dotarle. Algunos de estos inmuebles han sido okupados. Tal es el caso de la escoleta. «Una pareja se ha instalado allí mientras no se acaba de entregar a los vecinos», asegura Serrano. Aunque estos moradores no son conflictivos, el vocal de la asociación vecinal lamenta que esta guardería no cumpla con su concepción primigenia por culpa de la dejadez de las instituciones.

Otra circunstancia que trastoca por completo el bienestar de los residentes en el barrio es la completa saturación del centro de salud de la calle Arquitecto Gaspar Bennàssar. «El nuevo centro de salud no se acaba de construir mientras el antiguo es incapaz de absorber toda la demanda del barrio», recalca. Paralelamente, el crecimiento de población en las inmediaciones del parque de La Femu han convertido en una necesidad más acuciante la construcción de esta equiparación sanitaria.

El emplazamiento inicial de esta nueva dotación sanitaria del barrio se encuentra en la calle Salvador Hebilla, junto a la calle Concordia y camino de Son Hugo. No obstante el solar municipal no acababa de edificarse y el nuevo centro de salud no se llega a materializar.

Además de estos asuntos de gran gravedad como la violencia e inseguridad ciudadana, que han alterado de forma sustancial la convivencia ciudadana del barrio, otros aspectos más cotidianos también la han trastocado.

Aceras rotas

Así, la falta de reparación de muchas de las aceras de Son Oliva también ha convertido que algo tan habitual como caminar por la calle se convierta en una suerte de carrera de obstáculos y multiplique el malestar entre los vecinos del barrios.

No obstante entre todas las reivindicaciones de los vecinos de Son Oliva hay una que es especialmente señalada: la utilización del Casal de Barrio de Son Oliva. «Fue adquirido por el Ayuntamiento y permanece cerrado y no se utiliza», subraya el vocal de la asociación vecinal.

Durante un tiempo este equipamiento municipal suponía un punto de encuentro neurálgico para los vecinos del barrio. Durante un tiempo albergó un espacio de jóvenes y personas de edad avanzada. Su cierre permanente ha truncado uno de los ejes vertebradores de la vida del barrio, mientras contemplan con estupor como buena parte de los servicios públicos de los que disponían se van degradando o simplemente desapareciendo.

Los vecinos de este barrio palmesano han convocado una movilización para el próximo día 20 de mayo, a las cinco de la tarde, en el número 3 de la calle Isaac Albéniz con el explícito lema «¡Son Oliva merece el Casal!». 

Esta reivindicación vecinal se plantea trasladar a la calle lo que antaño se realizaba en el interior del Casal del barrio de Son Oliva. En el orden del día se contempla que en la vía pública se dispongan a jugar al ajedrez como si estuvieran en el interior de la instalación cerrada a cal y canto.

También está previsto que la calle Isaac Albéniz se convierta en el escenario de diversos juegos para mayores y pequeños. De esta manera se pretende visibilizar las carencias que presenta el vecindario debido a la permanente clausura del Casal.

Desde la asociación vecinal de Son Oliva se insiste en que la reapertura del Casal cuenta con el respaldo unánime de todos los vecinos del barrio y su cierre demuestra explícitamente el estado de abandono en el que se consideran sumidos en estos momentos.  No obstante solo es un primer paso y no es la única reivindicación, aunque coinciden en señalar que, cuando abra sus puertas, proseguirán con las otras reivindicaciones.

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