Urbanismo
Critican la sustitución de adoquines por asfalto en la reforma de la plaza Gomila de Palma
Cort defiende el cambio porque «el tránsito de vehículos provocaba la rotura constante del adoquinado» n LLos vecinos temen un aumento del tráfico por la falta de aparcamientos en el Marítimo

Adoquines levantados en la plaza Mediterráneo. / DM

Vecinos de El Terreno han criticado que el Ayuntamiento de Palma esté sustituyendo parte del adoquinado por asfalto en la reforma que está llevando a cabo en la plaza Gomila y en la calle Germans Schembri. Las actuaciones abarcan una superficie de 1.300 metros cuadrados y contemplan la renovación del pavimento, la colocación de jardineras y el soterramiento del tendido aéreo de servicios.
Residentes en el barrio cuestionan que el área de Infraestructuras haya optado por levantar una parte de los adoquines para habilitar un corredor de asfalto que conectará Gomila con la cercana plaza Mediterráneo a través de la calle Germans Schembri. Los trabajos han empezado esta semana y tendrán una duración de unos tres meses. «Vecinos y comerciantes llevábamos tiempo esperando esta reforma, pero no entendemos por qué el Ayuntamiento nos devuelve a una situación muy parecida a hace tres décadas eliminando zonas adoquinadas», destacan estos críticos.
En este sentido, temen que el Consistorio esté «preparando el terreno» para un previsible aumento del tráfico. La reforma del Paseo Marítimo ha eliminado un buen número de aparcamientos y los residentes en El Terreno ya han observado un mayor flujo de vehículos en el entorno de Gomila en busca de espacios para estacionar.
El área de Infraestructuras defiende que ha optado por el asfalto porque «es una zona muy transitada por vehículos, lo que provocaba la rotura constante de los adoquines, con el consecuente gasto y peligro que ello conlleva».
Asimismo, señala que «mantener el adoquinado en tramos rodados está demostrado que no funciona», y argumenta que «se decidió sustituir una parte del adoquinado por aglomerado asfáltico, priorizando la seguridad vial y peatonal, manteniendo al máximo posible de adoquín en los laterales de la calle», por donde transitarán los peatones.
En este sentido, el Consistorio pone el acento en que estos cambios «se consensuaron» con la asociación de vecinos del barrio.
Los residentes críticos con este planteamiento también apuntan contra la reforma del cercano Parc de la Quarentena, recientemente concluida. Aseguran que inicialmente estaban proyectadas una serie de rampas en el acceso desde la plaza Mediterráneo para facilitar el acceso de personas mayores y con movilidad reducida. Sin embargo, la mejora de este enclave ha concluido manteniendo las actuales escaleras.
El Consistorio defiende que hay un proyecto de Urbanismo que «está valorando las opciones más viables y amables con el entorno para que se pueda conectar el parque con el Paseo Marítimo y hacerlo accesible».
La rehabilitación costó 234.660 euros, e incluyó la limpieza y poda de la jardinería, la instalación de nuevas zonas de juegos infantiles, la reposición del mobiliario urbano y la puesta en valor de los elementos patrimoniales.
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