Cort solo ha recibido medio centenar de solicitudes para reconvertir locales en viviendas en Palma

Urbanismo ha autorizado 17 peticiones para hacer un cambio de uso desde que entró en vigor el decreto ley de vivienda hace más de un año

Los nuevos residenciales deben ser de precio limitado

Locales en la calle Escola Graduada que se convertirán en viviendas.

Locales en la calle Escola Graduada que se convertirán en viviendas. / Manu Mielniezuk

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Palma

Los locales susceptibles de reconvertirse en viviendas cotizan al alza, pero la cifra de solicitudes recibidas en el área de Urbanismo indican que no está habiendo un interés excesivo por tramitar cambios de usos. El Ayuntamiento de Palma dio luz verde en noviembre de 2023 a la aplicación en el municipio del decreto ley del Govern balear de medidas urgentes para facilitar el acceso a la vivienda, que abre la puerta a reformar locales comerciales o de oficinas para transformarlos en viviendas. Desde entonces han sido presentadas un total de 55 solicitudes en la gerencia de Urbanismo, de las que se han autorizado diecisiete.

El Consistorio precisa además que de ese medio centenar de solicitudes recibidas, siete han sido archivadas y otras tres han sido denegadas. Quedan varias instancias pendientes de tramitar porque los técnicos han detectado deficiencias en la documentación presentada.

Asimismo, recuerda que los propietarios interesados pueden pedir un cambio de uso amparándose en el decreto ley de medidas urgentes del Govern o en el Plan General de Palma.

La aplicación del decreto ley en el municipio viene acompañada por una zonificación que ordena en qué barrios y calles de la ciudad se podrán reconvertir locales en viviendas. También fija en cuáles se podrá crecer en alturas, otra de las herramientas que incorpora la normativa para aflorar suelo residencial, escaso y demandado.

También pretende que locales degradados o sin actividad desde hace años puedan tener otro uso. En todo caso, hay una prescripción importante: si el propietario vende o alquila la nueva vivienda, deberá hacerlo a precio limitado, inferior al del mercado.

Del mismo modo, se plantea un abanico de excepciones, porque amplias zonas del municipio quedan fuera del ámbito de aplicación del decreto ley. Así, Urbanismo descarta reconversiones de locales comerciales en todo el centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Tampoco se permiten en es Jonquet, declarado BIC, ni en edificios o entornos que disfruten de una protección análoga o estén incluidos en el catálogo municipal por tener un interés histórico, artístico, arquitectónico o paisajístico.

La zonificación también excluye núcleos tradicionales como Gènova, Son Serra, Son Llull, La Vileta, Son Rapinya, Son Espanyolet, Es Secar de la Real, Establiments, Son Sardina, El Molinar, Coll d’en Rabassa, Es Pil·larí, s’Aranjassa, Sant Jordi, Sa Casa Blanca y Elsa Hostalets, así como los ámbitos protegidos de El Terreno, Santa Catalina y la Soledat Sud.

Reformas al margen de la normativa

Aunque las cifras de reconversión de locales en viviendas ofrecidas por Urbanismo son modestas, se da por hecho que se producen reformas para ejecutar un cambio de uso al margen de la normativa. En algunos casos no siquiera median unas obras para que una persona convierta un local en su vivienda.

La posibilidad de crecer en alturas parece haber encontrado más eco entre promotores y particulares. El pasado septiembre Cort informó de que hasta entonces había registrado setenta proyectos de construcción de edificios para crecer en altura. En conjunto, estos expedientes brindaban la posibilidad de edificar un total de 589 viviendas de precio limitado. Aunque, precisó el regidor Óscar Fidalgo, solo tres de ellos estaban tramitándose.

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