Sustituirán todos los cristales del edificio de GESA por otros idénticos y capaces de captar energía solar

Los vidrios originales están rotos o desgastados tras años de abandono y en la futura rehabilitación se reemplazarán por otros del mismo color y tonalidad

Aprovecharán la luz del sol para que el inmueble proyectado por José Ferragut sea autosuficiente

Imagen del edificio de Gesa.

Imagen del edificio de Gesa. / DM

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Palma

La rehabilitación del edificio de GESA previa a su apertura al público implicará la sustitución de la totalidad de los cristales que lo hacen reconocible y que después de años de abandono están rotos o desgastados. La protección del inmueble, declarado Bien Catalogado, obliga a reemplazarlos por otros idénticos que además absorberán la energía solar para que el inmueble sea energéticamente autosuficiente. 

Las futuras ventanas serán idénticas a las actuales en cuanto a color, tamaño y tonalidad, de modo que la luz del sol seguirá provocando su reflejo característico en la fachada. El edificio de José Ferragut mudará de piel, pero será exacta a la actual. En apariencia, porque los nuevos paneles aprovecharán las energías renovables para minimizar el consumo eléctrico.  

De hecho, el pasado abril el Ayuntamiento instaló una serie de paneles que incorporan esta tecnología para aprovechar la energía solar y estudiar qué posibilidades puede ofrecer en el futuro. Los resultados están siendo positivos y el Consistorio se ha decidido a extender este sistema a todo el edificio cuando empiece su rehabilitación. 

Cort lleva desde el año pasado monitoreando una serie de paneles instalados para captar energía solar.

Cort lleva desde el año pasado monitoreando una serie de paneles instalados para captar energía solar. / B. Ramon

"Vamos a sustituir unos cristales de los años 60 por otros del siglo XXI para tener un edificio autosuficiente", subraya Javier Bonet, teniente de alcalde de Turismo, Cultura y Deportes. "Pero van a ser idénticos a los actuales. Los palmesanos van a ver la misma fachada que ven ahora, pero rehabilitada", añade el regidor. 

Este aspecto clave de la futura reforma se recogerá en las condiciones del concurso de ideas que concretará qué usos se dará al inmueble y qué tipo de intervención se llevará a cabo para adaptarlo a las nuevas funcionalidades. 

La fachada mantendrá su aspecto actual, con su característico color marrón, pero en el interior del edificio sí habrá margen para acometer cambios de calado. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Palma quiere reconfigurar las alturas del inmueble eliminando alguna de las plantas para generar espacios diáfanos adecuados para acoger exposiciones. 

El Consistorio adquirió recientemente el edificio de GESA y dos parcelas anexas a Endesa, poniendo fin a veinte años de litigios y proyectos frustrados para darle un uso. Con las llaves ya en el bolsillo, el alcalde Jaime Martínez anunció que en las próximas semanas se convocará el concurso de ideas y estimó que a finales de este año se conocerá el proyecto ganador que perfilará la nueva vida del inmueble. El responsable de la rehabilitación deberá tener muy en cuenta la elección de los nuevos cristales y el aprovechamiento de la energía solar para reducir la factura eléctrica.

El interior se someterá a una reforma de calado.

El interior se someterá a una reforma de calado. / B. Ramon

Cristales "verdosos"

Poco se sabe sobre el origen de las ventanas que han dado carácter al edificio desde los años 60, cuando abrió como sede de la compañía eléctrica.  Judit Vega, directora de la UNED en Balears y experta en la obra de Ferragut, recuerda que el arquitecto ya había muerto cuando los vidrios se instalaron, pero rescata varios fragmentos de la memoria general del proyecto en la que el mallorquín hablaba de cristales "de doble luna verdosos en los tramos de ventana y tipo Colorbel esmaltados en los tramos de antepechos, a modo de aislamiento térmico y acústico". 

Asimismo, el arquitecto celebraba "el ventajoso sistema de muro cortina de perfil metálico y acristalamiento independiente de la estructura, disimulando los antepechos y el forjado por medio de franjas de cristal de color".

El Ayuntamiento se plantea ahora si asumirá parte o la totalidad del coste de la rehabilitación del inmueble, o bien si la externaliza a alguna empresa a cambio de una concesión de los futuros servicios que el edificio ofrecerá cuando abra sus puertas a los ciudadanos. Y lo hará como un espacio cultural de referencia y sede del distrito digital de Nou Llevant. Entre otras funcionalidades, será la sede del Institut Municipal de les Arts, incluirá un auditorio, una gran biblioteca, un restuarante en la azotea y será centro cultural de exposiciones. En este sentido, ya hay un protocolo de colaboración firmado con el Thyssen.

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