La empresa promotora de la planta de hormigón renuncia a construirla en Son Malferit

Formiroc desiste del proyecto y abrirá la fábrica en una instalación ya operativa en el polígono de Son Oms

Vecinos de Nou Llevant protagonizan una concentración de protesta: "Vamos a seguir hasta que Cort no nos lo comuniquen oficialmente"

Vecinos y empresarios se quejan en el polígono de Son Malferit.

Vecinos y empresarios se quejan en el polígono de Son Malferit. / Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Palma

La empresa que planeaba la construcción de una planta de fabricación de mortero y hormigón en el polígono de Son Malferit ha renunciado al proyecto. Formiroc SL informó ayer en un comunicado que ha decidido no continuar con la tramitación "al haber adquirido una planta ya operativa en otro polígono industrial". De este modo, descarta llevar a cabo una obra muy contestada por los vecinos de Nou Llevant, preocupados por el impacto ambiental y paisajístico que iba a tener en el barrio.

Formiroc, que ya ha comunicado al Ayuntamiento de Palma su voluntad de desisir del proyecto, abrirá la planta en el polígono de Son Oms.

La conselleria de Vivienda y Territorio del Govern publicó el pasado enero en el BOIB la declaración de impacto ambiental, por lo que parecía que continuaba con la tramitación que había empezado en 2022 cuando la empresa solicitó a Cort la licencia de obra y actividad en un solar de la calle Son Pendola, cerca de Ikea. La compañía reiteró que finalmente la planta no se construirá en Son Malferit e informó de que su decisión se remonta a noviembre.

La asociación de vecinos de Nou Llevant, sin tener todavía confirmación oficial del desistimiento de Formiroc, celebró una concentración de protesta frente al solar en el que estaba prevista la fábrica de hormigón. "Hasta que no nos lo comunique formalmente el Ayuntamiento, vamos a seguir presionando para que no se construya", indicaron desde esta entidad vecinal.

Los residentes habían estado distribuyendo por el barrio carteles contra el proyecto. "Queremos aire limpio", rezan las ilustraciones para resumir la preocupación de los vecinos por tener tan cerca una fábrica de estas características y la eventual contaminación que hubiera podido generar, además de su impacto visual. 

Según recogía el proyecto, ahora descartado, la planta de fabricación de hormigón y mortero iba a tener una capacidad de producción de 650 toneladas al día y se iba a construir en un solar de 2.743 metros cuadrados en el polígono de Son Malferit, junto a Ikea.

Cinco depósitos de cemento

Asimismo, estaba prevista la instalación de una báscula para áridos y cinco depósitos de cemento con capacidad para sesenta toneladas cada uno. Iban a medir diez metros y tendrían un diámetro de 3,5 metros.

Vecinos y empresarios del polígono de Son Malferit enviaron alegaciones al proyecto durante su fase de exposición pública. Anticipaban que la fábrica generaría ruido, contaminación y un notable aumento de tráfico de camiones, tanto para el transporte de la materia prima como para el del material elaborado. Los vecinos pusieron el acento en que a cien metros de distancia hay una manzana edificada y de uso residencial que se hubiese visto muy afectada por la actividad de la planta.

La conselleria de Vivienda y Territorio concedía en la declaración de impacto ambiental que, tal como estaba redactado el proyecto, la instalación no iba a producir "impactos adversos significativos sobre el medio ambiente". En todo caso, reclamaba a la empresa un estudio de evaluación sonómetrica de la zona antes y después de iniciar la actividad, así como el compromiso de que los camiones no circularían por vías residenciales.

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