Choca contra el colector de Emaya en el carril bici del Paseo Marítimo: "Sufro dolor todos los días"

Un hombre sufrió diversas heridas y contusiones en la cabeza al impactar contra la estructura, que no cuenta con señales lumínicas que adviertan de su presencia de noche

Almir, de origen brasileño, lamenta que no está bajo supervisión médica porque no tiene tarjeta sanitaria pese a sufrir dolores un mes después del accidente

La Autoridad Portuaria se compromete a reforzar la seguridad con elementos reflectantes para evitar nuevos accidentes

Almir posa delante del colector contra el que impactó en Nochebuena.

Almir posa delante del colector contra el que impactó en Nochebuena. / B. Ramon

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

A Almir Alessandro Soares todavía le duelen las heridas que se produjo la pasada Nochebuena como consecuencia de una brutal caída en el carril bici del Passeig Marítim. Alrededor de las 21:30 horas este ciudadano de origen brasileño circulaba con una bicicleta eléctrica en dirección a casa de una amiga para llevarle una comida típica de su país. Al llegar a la altura de la Seu no vio que el carril se desviaba ligeramente y chocó de lleno contra un colector de Emaya. El impacto le propulsó por encima de la estructura y le hizo rodar unos metros por el suelo.

El colector sobresale de la pared y obliga al carril bici a desviarse ligeramente. De día es fácil ver la estructura de piedra -hay dos en ese tramo- para los ciclistas y patinetes que circulan en cualquier sentido del trazado, pero por la noche la visibilidad es nula y ninguna señal luminosa advierte de su presencia.

Almir Alessandro, la noche del accidente.

Almir Alessandro, la noche del accidente. / DM

Aunque estos elementos son de Emaya y por tanto dependen del Ayuntamiento de Palma, el carril bici es competencia de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB). A preguntas de este periódico, aseguró que señalizará los colectores con elementos reflectantes para evitar nuevos accidentes.

"Siento dolor todos los días y apenas duermo porque no puedo respirar bien", cuenta Almir. Más de un mes después del accidente se mueve con dificultad y su rostro sigue contusionado. Su cuerpo dolorido le recuerda todos los días aquella caída, que además trastocó sus planes. Llegó a Palma el día 23 de diciembre con su mujer y con su hijo desde Portugal, donde residían, para pasar unos días en Navidad en casa de su cuñada. Ahora intentan quedarse en la isla de manera permanente.

Almir pasó la Nochebuena en Son Espases. Según el parte médico sufrió "un hematoma, pequeñas contusiones hemorrágicas frontales, una fractura frontal, fracturas faciales múltiples y de la base craneal". Sin embargo, lamenta que el hospital le dio el alta el día de Navidad, solo unas horas después de ingresar. "Me hicieron pruebas y pasé la noche allí, pero al día siguiente me dijeron que tenía que tratarme de las heridas en Portugal, donde residía, porque aquí no tengo tarjeta sanitaria", manifiesta.

"Ningún médico le está tratando"

Sandra de Melo Franco, de la Asociación Amigos de Brasil en Baleares, ayuda a Almir y a su familia en un trance complicado: tratar de establecerse en Mallorca mientras se recupera de una caída que no le permite hacer vida normal. "Ahora mismo lo más grave es que ningún médico le está tratando, y salta a la vista que no está bien. Poco después de recIbir el alta se encontró muy mal y fue a Urgencias de Son Espases. Le recetaron paracetamol y le volvieron a decir que se tratara en Portugal. Pero en este momento no tiene dinero para comprar un billete y volver. Él trabajaba en la construcción y su mujer era cocinera, pero al llevar aquí varias semanas han perdido sus trabajos", explica esta representante de la comunidad brasileña en las islas.

Señala que Almir se ha puesto en contacto con una abogada y se plantea denunciar a la administración responsable de que el colector no estuviera correctamente señalizado en un tramo que de noche es muy oscuro. La bicicleta tampoco llevaba luces.

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