Infraestructuras
Plantean una alternativa ‘verde’ para el puerto de Palma con menos cemento y un gran paseo peatonal
Cinco entidades ecologistas de la isla proponen cambios a la reforma diseñada por la Autoridad Portuaria
Piden mantener parte de la reparación de barcos en el Moll Vell para no tener que ampliar el dique del Oeste
Incluyen una Escuela de Vela, un bus náutico y un edificio para uso social y de restauración

Imagen de archivo del puerto de Palma. / APB
El puerto de Palma afronta en los próximos años una reforma de calado que implicará cambios urbanísticos y otra distribución de los usos. La ejecutará —y pagará— la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), que ya tiene un proyecto con el que empezar a trabajar. Frente a este plan oficial, cinco entidades ecologistas se han unido para proponer una alternativa más ‘verde’ que, entre otras cosas, descarta una ampliación del dique del Oeste para trasladar allí toda la actividad de reparación y mantenimiento de barcos.
«Lo que defendemos es que todos los usos del puerto estén al servicio de la ciudad», manifiesta David López, coordinador de la Plataforma Alternativa Port. Se han implicado en esta propuesta la Fundació Iniciatives del Mediterrani, el GOB, Palma XXI, Joventut x Clima Mallorca y Marilles Foundation.
Invitan a «repensar» lo que será el puerto de Palma de los próximos 25 años y plantean varios cambios con respecto al plan de la APB. Hay dos de especial relevancia: renunciar a ampliar el dique del Oeste manteniendo parte de la reparación de barcos donde está actualmente y crear un gran paseo que conectaría el Born con el faro de la Riba.
«La APB plantea concentrar toda la reparación y mantenimiento de embarcaciones en el dique del Oeste, que tendría que ganar metros al mar. Para evitarlo, nosotros proponemos dos zonas para esta actividad en función de la eslora. Los barcos de menos de 24 metros se repararían a los pies del Castell de San Carlos, en el espacio que había sido ocupado por Harinas de Mallorca. Es decir, los barcos más pequeños para que no interfieran en las visuales del castillo y del faro de Porto Pi, monumentos declarados BIC», destaca López.
La otra zona para desarrollar esta actividad sería la actual, el Moll Vell, que acogería a los barcos de esloras superiores a los 24 metros. Pero la superficie de este espacio se vería reducida, y aflorarían nuevos elementos que minimizarían el impacto visual de las carpas que se utilizan para reparar las embarcaciones.
Plataforma Alternativa Port propone que el espacio liberado sea ocupado por un camino peatonal arbolado, el Paseo de la Riba, que discurriría a lo largo de la zona de reparación de buques. Conectaría el Born con el faro de la Riba, «en un recorrido que recuperaría la visión cercana del agua en el lado de Llevant», explican los promotores de esta propuesta. A un lado del paseo se levantarían la Escuela Municipal de Vela, la Escuela Superior Marítima o de Estudios del Mar y un posible edificio pensado para usos sociales y de restauración.
López señala que esos elementos taparían la visión de la actividad industrial. Y defiende esta alternativa evitaría ampliar la superficie del dique del Oeste por sus repercusiones ambientales y el impacto paisajístico junto al Castell de Sant Carles y Porto Pi.
Las cinco entidades que configuran esta plataforma advierten de que la propuesta de la Autoridad Portuaria «supone hormigonar al menos diez hectáreas hacia el interior del puerto en el dique del Oeste, lo que equivale a aproximadamente catorce campos de fútbol sobre unas aguas de entre 15 y 20 metros de profundidad».

Propuesta Alternativa Port / Fuente: Plataforma Alternativa Port
Un bus náutico eléctrico
Al igual que la APB, la Plataforma Alternativa Port propone la creación de una Escuela Municipal de Vela, a la que le añaden un puerto deportivo para que las embarcaciones a vela o remo puedan salir directamente a la bahía sin tener que acercarse a ferrys o cruceros.
Este nuevo equipamiento, uno de los reclamos del Paseo de la Riba, está pensado para cubrir las funciones de centro de tecnificación de vela y remo y para las prácticas de la nueva Escuela Superior Marítima —otra de las novedades de esta propuesta alternativa— entre otras funciones.
Del mismo modo, esta plataforma defiende la creación de un bus náutico eléctrico del puerto y la bahía. Este nuevo medio de transporte conectaría el dique del Oeste, el muelle de Peraires, el puerto de pescadores frente a la Llotja, el Moll Vell, la Punta del Gas, el Portitxol, Ciutat Jardí y Ca’n Pastilla. También lo ven aprovechable como shuttle para los ferrys o cruceros que desembarcan en el dique del Oeste o Peraires. Y como alternativa al coche.
También contemplan la creación de un Museo Marítimo en el antiguo solar de Astilleros —en este punto coinciden con la APB— la ampliación de los jardines en torno a la capilla de Sant Telm o la apertura al público de un espacio para embarcaciones tradicionales frente al Consolat de Mar.
En cuanto a la distribución de la llegada de los ferrys y cruceros, plantean lo mismo que la APB: repartirlos entre el Moll Vell, Peraires y el dique del Oeste. En todo caso, López reclama que «se tengan en cuenta aspectos patrimoniales, ambientales y de la memoria de la ciudad, porque de lo contrario nos puede llevar a un camino poco adecuado no sólo por el puerto, sino también de la ciudad».
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