El emblemático Hotel Perú de Palma será reformado para acoger viviendas de lujo
El Ayuntamiento permitirá su uso residencial y destierra definitivamente su calificación para convertirlo en un equipamiento público
La pasada legislatura se denegó su licencia para que volviera a reabrir como establecimiento turístico

Bernardo Arzayus
El antiguo Hotel Perú se reformará para acoger viviendas, previsiblemente enfocadas a bolsillos de alto poder adquisitivo. El emblemático inmueble que ocupa una esquina de la plaza Banc de s'Oli desde el año 1900 tiene luz verde para reconvertirse después de que el Ayuntamiento de Palma haya aprobado un cambio en su calificación urbanística, que pasará de "equipamiento público administrativo" a residencial.
El edificio llevaba décadas en un limbo administrativo mientras se acentuaba su decadencia. El hotel dejó de recibir a clientes en la década de los 80 y poco después el Consistorio aprobó su expropiación para convertirlo en un equipamiento público o de uso municipal, teniendo en cuenta las necesidades que tenía entonces un barrio dominado por la prostitución y la drogadicción.

El antiguo Hotel Perú sufrió un incendio en 2022. / Guillem Bosch
Sin embargo, el Consistorio no ejecutó la expropiación durante las tres décadas siguientes, por lo que el propietario, Sergi Vilafranca, logró anular el proceso con la intención de rehabilitar el inmueble para que abriera de nuevo como hotel, aunque esta vez orientado a una clientela exclusiva. "Mi corazón quiere que vuelva a ser el hotel Perú, pero de cinco estrellas, con 15 o 17 habitaciones, un restaurante en la planta baja y un sky bar en la azotea. Si al final se convierte en pisos de lujo, los ciudadanos no podrán disfrutar de un establecimiento que fue uno de los pioneros en los años 30, 40 y 50 en Palma", destacó el propietario en 2019.
La pasada legislatura el departamento de Urbanismo que dirigía Neus Truyol denegó la licencia para abrir allí un establecimiento turístico, y el inmueble continuó esperando una nueva vida al tiempo que proseguía su decadencia. De hecho, en 2022 un incendio devoró parte del inmueble.
"Este proceso ha bloqueado la rehabilitación"
El Ayuntamiento ha cambiado ahora la calificación del inmueble y permitirá su uso residencial, desterrando definitivamente su uso como edificio municipal. "El proceso de expropiación no realizado en los últimos 26 años nos lleva a pensar que la calificación de equipamiento público no era necesaria en la zona. Además, este proceso abierto ha bloqueado la rehabilitación del edificio, con el subsiguiente peligro de la degradación del mismo, por lo que con el cambio de uso sí se permitiría la recuperación del edificio protegido", justifica el área de Urbanismo.
Se trata de un edificio de planta baja y cuatro plantas piso, sin división horizontal y con una superficie construida de 763 metros cuadrados. Asimismo, tiene una protección ambiental que en la futura reforma obligará al promotor a conservar sus elementos característicos de la fachada.
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