Los niños, más protagonistas que nunca en el ‘sus’ a Sant Sebastià
El Drac de na Coca, la estrella del acto, volvió a despertar y a ser alimentado con ‘pebres de cirereta’
Los más pequeños soltaron globos al cielo cuando en Figuera marcó las doce del mediodía

El Drac de Na Coca despierta y da el 'sus' a las fiestas de Sant Sebastià / Guillem Bosch
Seis personajes de cuento fueron los elegidos para despertar ayer al Drac de na Coca y dar el ‘sus’ a las fiestas de Sant Sebastià de Palma: la Rateta y el Moix, el Jai de la Barraqueta, la Fada Mariana, L’Espardenyeta y el Pere Poca Por.
Este año, seis alumnos de quinto de primaria de la escuela Arcàngel Sant Rafel de la ciudad, cinco niñas y un niño, fueron los encargados de llevar a cabo el Pregonet, basado en el cuento El Drac de na Coca, la flama de la festa, de Caterina Valriu, que fue interpretado también en mitad de la plaza de Cort por varios de los personajes protagonistas transformados en capgrossos.
“¡Tenemos que despertar al Drac de na Coca para que su aliento sea de fuego y encienda la llama de la fiesta!”, clamaron los menores. “Tenemos que alimentarlo y llenar su barriga de pebres de cirereta”, añadieron.
Los maestros de ceremonia del acto que inició las fiestas del patrón de Palma ayer al mediodía fueron también dos niños, Blanca y Álvaro, miembros del Consell de la Infància, quienes condujeron la celebración con soltura alternando el catalán y el castellano. “El Drac de na Coca nos ilumina la fiesta”, indicaron.
Y así fue como el Drac, pasadas las doce del mediodía, despertó de su letargo frente al Ayuntamiento y bailó y bailó en mitad de la plaza, acompañado de un grupo de dimonis. Como cada año, decenas de niños le alimentaron con pebres de cirereta de papel que ellos mismos habían coloreado minutos antes.
Los más pequeños se convirtieron ayer en los verdaderos protagonistas de la celebración, animada con batucada, gegants, capgrossos, dimonis y xeremies.
Cuando en Figuera marcaba las doce del mediodía en Cort y empezaban a repicar las campanas, los niños que se hallaban entre el público soltaron decenas de globos azules al cielo. Algunos menores se resistieron a desprenderse del preciado regalo que acaban de obtener. Y se oyeron unos tímidos aplausos.
Más de 300 personas congregadas
Unas 350 personas asistieron a la inauguración de las fiestas de Sant Sebastià en un día que amaneció muy nublado, pero con una temperatura agradable. Cada año son menos los ciudadanos que se acercan al Ayuntamiento para dar el ‘sus’ al patrón, si bien el ambiente fue muy festivo y se pudo ver a multitud de madres y padres con sus cochecitos de bebé.
En 2024, las glosadoras que participaron en el inicio de la celebración ya presagiaron que no repetirían en 2025. Lanzaron dardos y críticas a Madò Pereta, que fue quien presentó el acto en esa ocasión, y defendieron el uso del catalán. Fue un reivindicativo ‘sus’ a Sant Sebastià, que este año no se ha repetido, ya que se ha optado por los niños para la inauguración. Así pues, ni las glosadoras ni Madò Pereta han regresado este año al balcón de Cort.
Quienes sí volvieron a ser protagonistas ayer, como en anteriores ediciones, fueron la batucada Nam Sobrats de la Escola Municipal de Música de Palma, quienes iniciaron la fiesta sobre las once y cuarto de la mañana e hicieron participar al público al ritmo de palmas, y la batucada Saravá, que acompañó al Drac de na Coca en su entrada triunfal a la plaza de Cort poco antes de las doce y media del mediodía.
Tras la primera batucada, fue el turno de los xeremiers, que animaron a un grupo de Gegants de la Sala a danzar ante la mirada expectante del público. Luego, actuaron los capgrossos y dimonis, que hicieron las delicias de los más pequeños.
Bienvenida del alcalde
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, y la regidora de Participación Ciudadana, Lourdes Roca, dieron la bienvenida a los asistentes desde el balcón inferior del Consistorio y animaron a la ciudadanía a disfrutar de estas fiestas que ayer empezaron de forma oficial.
“Palma se llenará de fiesta, arte, música y de todos nosotros”, manifestó Martínez, quien concluyó su parlamento clamando “¡Visca Sant Sebastià!, ¡Visca Palma!”.
Acto seguido, volvieron a danzar los capgrossos escoba en mano y saludaron al público. Los niños soltaron los globos al cielo cuando tocaron las doce y fue el momento del Pregonet.
Entre los bailes tradicionales, se incluyó una coreografía de Catin Luna, interpretada por la Escola de Música i Danses de Mallorca y sus xeremiers, con la participación del Estol de Geganters, Sonadors i Balladors de Mallorca, con el baile final de la Geganta Margalida.
Como colofón, entró en la plaza de Cort el Drac de na Coca, con varios dimonis, y una animada batucada. Tras bailar y girar sin parar, la bestia reposó en la calle Palau Reial, donde decenas de niños la alimentaron con los pebres de cirereta.
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