Urbanismo

Cort urge a derribar un muro de la antigua fábrica Gordiola por riesgo de derrumbe

La pared que flanquea la entrada al histórico inmueble de Dalt Murada ha sufrido desprendimientos y el Ayuntamiento ha precintado la zona

La intervención correrá a cargo de su nuevo propietario alemán

El muro que flanquea la entrada a la antigua fábrica ha sufrido varios desprendimientos.

El muro que flanquea la entrada a la antigua fábrica ha sufrido varios desprendimientos. / Manu Mielniezuk

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El Ayuntamiento de Palmaha requerido a la propiedad de la antigua fábrica Gordiola para que derribe un muro que flanquea la entrada al inmueble por riesgo de derrumbe. La pared ya ha sufrido la caída de algunas piezas de marés, por lo que su perímetro ha sido vallado y precintado por el Consistorio y los Bomberos.

El muro no está catalogado —a diferencia del edificio que acogía el antiguo taller de vidrio—, por lo que el Consistorio urge a la propiedad a derribarlo íntegramente y reconstruirlo con una estructura reforzada.

La pared se alinea junto al paseo peatonal de Dalt Murada. En todo caso, Urbanismo considera que no hay riesgo inmediato para la integridad de los paseantes porque el muro está ligeramente inclinado hacia el patio interior de la finca. De este modo, el Ayuntamiento estima que, en caso de que haya más desprendimientos, no caerían sobre el espacio público.

Los daños en el muro son evidentes desde hace semanas y los recientes temporales de viento aconsejan una rápida intervención.

Cambio de manos

La antigua fábrica Gordiola ha cambiado de manos recientemente. Un empresario alemán adquirió en noviembre el histórico inmueble con el objetivo de rehabilitarlo y convertirlo en su residencia. Hasta entonces la histórica propiedad había estado en manos de la familia Aldeguer.

La intervención en el muro es responsabilidad del nuevo dueño, que por otro lado prevé efectuar una rehabilitación de calado en la antigua fábrica de vidrio para convertirla en su residencia. En este caso, cualquier intervención que haga deberá atenerse a las restricciones urbanísticas aparejadas a una propiedad que disfruta de la máxima protección al estar enclavado en la muralla y a escasos metros de la Seu.

Este empresario germano ha pagado en torno a diez millones de euros por el inmueble. Habitual de la isla, quedó prendado de la singularidad e historia de la antigua fábrica Gordiola y decidió adquirirla en una operación de compraventa en la que rivalizó con otro aspirante, también de nacionalidad alemana.

El nuevo propietario también tiene la intención de restaurar el mosaico de cerámica que adornaba la fachada y que hace ya más de un año fue vandalizado. El mural, un homenaje a la centenaria historia de estos antiguos hornos, perdió la mayor parte de las baldosas que lo formaban como consecuencia del ataque.

El mosaico de Gordiola será restaurado.

El mosaico de Gordiola será restaurado. / B. Ramon

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