El sacerdote Bartomeu Suau lee un emocionante pregón para inaugurar la festa de l'Estendard: “Esta ciudad pertenece a mi mundo de la fantasía, es la magia de Palma”

El popular y querido sacerdote que revolucionó completamente el barrio de sa Indioteria quiso recordar en su pregón la «magia» que le producía la ciudad siempre que la visitaba de pequeño

«Quiero mucho a Palma, mi ciudad, y me duele siempre que la rompen»

El sacerdote Bartomeu Suau leyó el pregón de la fiesta de l’Estendard

El sacerdote Bartomeu Suau leyó el pregón de la fiesta de l’Estendard / Guillem Bosch

«No lo digo como excusa para quedar bien, estoy hecho un flan y ¡esto que predico todos los domingos!», de esta forma empezó la lectura del pregón de la Festa de l’Estendard en Cort este viernes. El sacerdote Bartomeu Suau Serra, conocido por su labor social en el barrio de Sa Indioteria, fue el encargado de inaugurar la histórica fiesta de Palma que se celebra el 31 de diciembre.

Un emotivo pregón donde se notó la ilusión de Suau en todo momento a través de su mirada vidriosa: “Esta ciudad pertenece a mi mundo de la fantasía, de la felicidad, de la infancia de esas cosas que quedan en el corazón para siempre, es mi magia particular, es la magia de Palma.” "Quiero mucho a mi ciudad, y me duele siempre que la rompen", aseguró Suau.

El histórico rector recordó como era la Palma de los años 40 y 50: "Ir a Palma era una pequeña epopeya: carreteras sin asfaltar, camiones de gasógeno, de clovelles 6 de almendra, seis, ocho y a veces debe horas para llegar; Campanet, Inca, Santa Maria, eran paradas obligatorias. Cuando llegábamos al Pont de Inca nuestro corazón ya se aceleraba"

El sacerdote quiso dedicar unas palabras de agradecimiento a todos los alcaldes de Palma que ha conocido: "Me han escuchado y casi todos me han ayudado", y fue capaz de encontrar un aspecto positivo de cada uno de ellos.

Asimismo, Suau reivindico la Palma de extrarradio y propuso incluirlos en las tradiciones palmesanas: "Hay un cinturón de Ciutat (la Soledad, Son Gotleu, es Rafal Nuevo, es Rafal Viejo, es Vivero, Corea, Son Cladera, Verge de Lluc, sa Indioteria), donde la mayoría son “palmesanos” que hablan el catalán, pero no saben nada de nuestra historia".

El sacerdote aprovechó el momento para mencionar temas sociales y reclamo que se terminen los partidismos para finalizar con el mítico «Vergonya, cavallers, vergonya» de Jaume I para desear «una ciudad y una Mallorca dignas de nuestra historia».

La sala de plenos se alzó en pleno para dedicarle una sonora ovación a Suau. Una sala con la presencia de regidores y concejales, así como del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, o la escritora Maria de la Pau Janer y su padre Gabriel Janer.

Un hombre ejemplar

Suau (Palma, 1944) fue reconocido en 2000 con el Premi Ramon Llull por su trabajo educativo durante más de tres décadas enfocado en los niños y adolescentes el barrio de sa Indioteria a la que llegó en 1979. En la barriada se volcó en asistir a los vecinos más vulnerables del barrio y fundó el Club d’Esplai para «educar a los jóvenes en valores, en saber compartir y en elegir las cosas democráticamente», manifestó. Desde entonces por allí han pasado miles de niños y adolescentes.

Con los años Suau impulsó múltiples iniciativas para cohesionar al barrio como la Cooperativa Jovent, el Centro para Personas Mayores, el Centre d’Acció Social, la Granja Escola Jovent, la Plataforma de Entidades de sa Indioteria, la Associació Jovent Segle XXI o la reforma de la iglesia.

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