Continúan los trabajos en la parcela okupada de la calle Manacor

A apenas cinco minutos del centro de Palma, en el número 46 de la calle Manacor, los trabajadores de la empresa Amer e hijos avanzan con los trabajos en la parcela okupada que ha sido un foco constante de quejas y preocupaciones para los vecinos. Ahora, los residentes, que han sido testigos de la problemática desde hace años, observan con esperanza cómo el Ayuntamiento comienza a movilizarse para dar solución a al menos una de las múltiples peticiones que reclaman los vecinos debido al estado de la vía.

Este lunes, se llevó a cabo un desalojo pacífico del único ocupante del solar en ese momento, con la intervención de la Policía Nacional acompañada por un juez, según comenta uno de los trabajadores. Sin embargo, dos días después se han visto obligados a sustituir la puerta, ya que ha sido forzada por el mismo okupa. Según relatan algunos vecinos, el martes por la noche vieron cómo este volvió a entrar, saltando la pared de ladrillos que había sido construida la misma semana.

El jueves, a las diez en punto, la zona ya se encontraba rodeada por vallas azules, lo que permitía que los trabajos continuaran sin interrumpir el paso de las personas. Sin embargo, los peatones pueden ver a través de la puerta rota, los restos de maderas y materiales que aún quedan por ser retiradas. «Con esto se construyó una chabola y ahí vivió alrededor de seis años», explica Jesús Molina vecino de la zona. «Aunque siempre ha invitado a muchos amigos con quien organizaba barbacoas, fiestas y mucho ruido», comenta.

A pesar del progreso en la limpieza del solar y el vallado de la parcela, los habitantes de calle Manacor siguen esperando un avance para su barrio. Con el apoyo de sus vecinos, Jesús Molina Romero, pide a los responsables políticos «que la unanimidad mostrada durante el pleno del 27 de marzo sobre el proyecto de mejoras de esta calle no sea solo una ilusión o algo temporal, sino que se traduzca en acciones».

Campaña de firmas

En su solicitud, con el apoyo y representación de todos aquellos que la firmen, exige la eliminación de la doble acera, la limpieza y el vallado adecuado del solar ocupado, la mejora del alumbrado público y la atención a los jardines, que hoy se encuentran descuidados. También denuncia la discriminación entre los vecinos de los números pares e impares de la calle, por la falta de zonas de aparcamiento regulado para los primeros.

«Es necesario que se unan al menos 3.000 firmas para que se tome en serio el problema de la Calle Manacor e invito a todo vecino que lo haga», señala Molina, quien desesperadamente busca que la propuesta se lleve a cabo «y la calle pueda recuperar la calidad de vida en el barrio y devolverle el valor que un día tuvo».