El castillo de Bellver recibe a los turistas con un centro de visitantes en precario y sin servicios

El Centro de Recepción de Visitantes del castillo de Bellver, la instalación que el Ayuntamiento de Palmainauguró en agosto del año 2012 para modernizar las visitas a la fortificación y ofrecer un contexto histórico a los visitantes, además de los servicios de venta de entradas, cafetería, baños públicos y venta de publicaciones, ha pasado todo el verano cerrada y en situación de semiabandono, solo con las taquillas en funcionamiento.

Los baños públicos están cerrados. La cafetería, también. Y toda la parte acristalada posterior del edificio modular, la correspondiente a la tienda, se encuentra llena de polvo y suciedad, funcionando como improvisado almacén, con la puerta abierta y los interiores llenos botellines de agua, refrescos e incluso bombonas de butano, según ha podido comprobar este diario.

Es la imagen que reciben los turistas que visitan el castillo de Bellver, más de 120.000 personas solo en temporada alta, lo que convierte a la fortificación medieval en el segundo monumento histórico de Mallorca más visitado solo por detrás de la Catedral.

Para compensar la falta de servicios que se encuentra el visitante en Bellver tras pagar religiosamente la entrada al castillo, el Ayuntamiento permite a una furgoneta food-truck aparcar cada día junto al Centro de Recepción de Visitantes y ofrecer sus servicios de comida y refrescos, así como montar al pie del castillo una terraza de dos mesas con sombrillas playeras.

El actual equipo de Gobierno de Cort recibió del anterior gobierno del Pacto la situación de abandono que sufre el Centro de Recepción de Visitantes de Bellver, sin servicios desde diciembre de 2020. Pero no ha conseguido ponerlo de nuevo en funcionamiento este verano.

El pasado mes de mayo el Ayuntamiento sacó a licitación el servicio de bar y tienda de publicaciones de la instalación, después de casi cuatro años de abandono continuado. Y lo hizo con un canon anual de 48.772 euros anuales y una serie de condiciones que debían reunir los servicios prestados. Y en julio el contrato fue adjudicado a la empresa Diecisco por un periodo de cuatro años prorrogables un año más, según se especifica en el acuerdo de la Junta de Gobierno municipal del pasado 10 de julio.

Sin embargo, lo que no ha conseguido el Ayuntamiento es que el nuevo adjudicatario ponga en marcha de nuevo el servicio antes del fin del verano, cuando el castillo recibe más visitas, prolongando todavía un poco más la precaria situación de la instalación y de las visitas que se realizan a la fortificación.

Sin tienda, sin bar y sin baños públicos el Centro de Recepción de Visitantes es utilizado por los turistas como un lugar donde refugiarse del sol en el aparcamiento del castillo y en las horas centrales del día, aprovechando el refugio de su cubierta interior para contemplar desde allí el bosque, la montaña de na Burguesa y la costa de Illetes en el horizonte, mientras el polvo sigue acumulándose día tras día en la instalación.

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