Estendard 2023: El arquitecto Carlos García-Delgado recuerda la Palma musulmana del año 1229 en el pregón

La antigua Madina Mayurqa ha protagonizado el acto celebrado esta tarde en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Palma

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

La Palma musulmana del año 1229 ha sido la protagonista del pregón de la Festa de l'Estendard, este año a cargo del arquitecto Carlos García-Delgado. En el acto, celebrado este viernes en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Palma, García-Delgado ha ensalzado la antigua Madina Mayurqa como el enclave que provocó la admiración del rey Jaume I al verlo por primera vez: "Es la ciudad más bella jamás vista", dijo el monarca según el Llibre dels Feits, tal y como ha recordado el pregonero.

"La ciudad parecía un enorme crustáceo marino, de color ocre y textura terrosa, lleno de espinas puntiagudas espinas y extendido al sol", ha descrito García-Delgado sobre la primera impresión del rey. En palabras del arquitecto, la Festa de l'Estendard que celebará Palma estos días es "una fiesta de vencedores" que conmemora la noche en que las tropas de la Corona de Aragón, comandadas por el rey Jaume I, tomaron por asalto la ciudad de Madina Mayurqa. De hecho, el texto también ha rendido homenaje a los mallorquines que la noche de aquel 31 de diciembre de 1229 "murieron por defender Madina Mayurqa".

En cualquier caso, el pregonero, bajo la atenta mirada del alcalde de Palma, se ha centrado en describir la ciudad que se encontró el rey, "en aquel momento habitada por unas 20.000 personas de tres religiones", la mayoría musulmanas, aunque también había judíos y cristianos. García-Delgado se ha apoyado en el libro Las Raíces de Palma, publicado en el año 1999, para reconstruir la antigua ciudad que, según recuerda, tenía elementos singulares como recintos enmurallados, mezquitas, acequias, bebederos, baños, tiendas, sinagogas, cementerios, hornos, mercados o astilleros.

Igualmente, ha señalado que en 1229 Madina Mayurqa ya era una ciudad grande y antigua —tenía 1350 años de vida y era una de las más extensas y pobladas de Al-Andalus, explica—, sita tras una muralla de más de un kilómetro de longitud junto a la orilla del mar. En otras palabras, Madina Mayurqa se ubicaba en el interior de un semicírculo que hoy comprende las Avenidas y el Paseo Marítimo.

"Tenían importancia cuatro elementos: la tierra, el agua, la luz y, por supuesto, personas y animales", ha añadido. A continuación, ha descrito cada uno de estos elementos. Las calles estrechas, los trazados laberínticos, el puerto de Portopí o los caminos junto a acantilados son algunos de las singularidades que ha mencionado, no sin detenerse en la poca cantidad de plazas que tenía la ciudad musulmana. "La única gran plaza central era la de Atzoch", detalla sobre la que hoy conocemos como la plaza del Mercat.

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