Emaya prueba desde hace una semana contenedores de rechazo de boca abierta, una alternativa a los recipientes de pedal que no se atascan e impiden asomar el cuerpo para rebuscar entre la basura como hacen habitualmente personas en situación de vulnerabilidad.
Se trata de una experiencia piloto que por ahora se pondrá en marcha en ‘puntos calientes’ de toda la ciudad. Es decir, aquellos en los que la empresa pública ha detectado un mayor número de usuarios que se asoman al interior de los contenedores convencionales en busca de restos que consideran aprovechables con un doble efecto: aceleran su deterioro al apoyarse en el pedal que levanta la tapa y a menudo depositan en el suelo los restos que descartan.
Emaya ha comprado por ahora cincuenta de estos contenedores de boca abierta y ya los está probando en Pere Garau, donde la pasada semana estrenó su plan de limpieza intensiva barrio a barrio. Y medirá su eficacia en base a varios parámetros, no solamente la interacción de personas que rebuscan en su interior.
Emaya señala que quienes se asoman a un contenedor suelen romper el pedal y dejan en el suelo los restos que descartan
Por ejemplo, la empresa pública valorará su mayor resistencia y simplicidad en comparación con los recipientes de pedal que se atascan con cierta frecuencia. En este sentido, Emaya ha detectado que los ciudadanos son más proclives a dejar las bolsas de basura en el suelo si el pedal no funciona y tienen que levantar la tapa del contenedor manualmente, lo que se traduce en más suciedad en la vía pública y malos olores.
Asimismo, considera que, al tener dos aberturas en la parte superior, son más asequibles para las personas mayores o con problemas de movilidad que los contenedores convencionales, que les plantea más dificultades a la hora de accionar el pedal que levanta la tapa.
Previsiblemente, los nuevos recipientes de boca abierta también facilitarán la tarea a los usuarios en general para depositar las bolsas en el interior y no en el suelo. Las dos aberturas son además algo más anchas que las de los contenedores para el plástico.
Más baratos que los de pedal
Además de todas estas cuestiones, la empresa pública valora que estos nuevos contenedores son más económicos que los de pedal.
Transcurrido un tiempo prudencial con este proyecto piloto, el regidor de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Llorenç Bauzá, decidirá con los técnicos si se sustituye la totalidad de los contenedores de pedal que se extienden por el municipio.
Por ahora esta experiencia se limita a un número muy reducido de recipientes en el barrio de Pere Garau, pero Emaya prevé ir colocando de manera progresiva el medio centenar de contenedores que ha comprado en diferentes puntos de la ciudad.
Jaime Martínez acaba de consumir sus primeros cien días al frente del Ayuntamiento de Palma, con la limpieza y la lucha contra el incivismo como uno de los principales ejes de su acción de gobierno.
El dispositivo especial de limpieza barrio a barrio se desplegará de aquí a final de septiembre en Marquès de Fontsanta, Foners, Hostalets, Son Fortesa Sud, Son Gotleu, Can Capes, La Soledat y Nou Llevant.