El alcalde de Palma, Jaime Martínez, que llevaba la limpieza como uno de pilares de su programa en la campaña electoral, vira por completo el timón de la Empresa Municipal d'Aigues i Clavegueram (Emaya). Su objetivo es que Palma deje de ser la ciudad más sucia de España: "Lo que se ha hecho hasta ahora es insuficiente y no ha funcionado, así que vamos a probar otras fórmulas".
Tal y como ha explicado el máximo dirigente de Cort esta mañana en rueda de prensa, la remodelación de la empresa municipal incluye cinco ejes principales: un plan de choque inicial (que se empezó el pasado mes de junio), un incremento del personal y los recursos, un plan de acción transversal, un refuerzo de los cinco servicios básicos y un plan específico de actuación por cada uno de los 76 barrios que tiene Palma.
La empresa cambiará su estrategia e incorporará nuevos elementos, como controladores ambientales, drones y cámaras u otra estrategia para acabar con las pintadas vandálicas: en el caso de las propiedades privadas, ahora será Emaya quien contacte con el dueño para eliminarlas de la fachada, y no al revés. Con todo, el alcalde se ha comprometido a llevar a cabo toda la remodelación sin aumentar el presupuesto de la empresa, fijado en unos 130 millones de euros para este ejercicio.
Plan de choque inicial
Por un lado, el plan de choque que se puso en marcha en junio e incluye un incremento de la frecuencia de baldeo o un aumento diario del vaciado de papeleras y de la limpieza de contenedores. También se aumentará el desbroce de hierbas y se identificarán los puntos críticos en la ciudad.
Aumenta el personal y los recursos
Además, Emaya aumentará la plantilla con 50 operarios más con el objetivo de garantizar la eficacia del plan sin que repercuta en los trabajos diarios y ordinarios que ya se realizan.
También se incorporan 13 controladores medioambientales para informar a los ciudadanos y evitar conductas incívicas, además de campañas informativas de concienciación.
Está previsto instalar cámaras de seguridad y drones para disuadir las conductas incívicas, y poner en marcha ordenanzas cívicas contra los grafitis, los excrementos de perros y la basura y suciedad.
Cinco servicios básicos
Por otro lado, el plan se apoya en el refuerzo de los cinco servicios que a partir de ahora serán básicos: la eliminación de pintadas vandálicas, el aumento de los trabajos de baldeo en las calles con agua a presión, el desbroce de hierbas en la vía pública, la retirada de coches abandonados de las calles en colaboración con la Policía Local y la eliminación de trastos o residuos voluminosos en vía pública.
Un plan por cada barrio
Una de las novedades de la nueva estrategia es que Palma tendrá ahora un plan de limpieza por cada uno de los 76 barrios. El objetivo es que las distintas zonas de la ciudad tengan acciones específicas según sus necesidades, complementarias a los servicios ordinarios de recogida y limpieza.
Las actuaciones están calendarizadas por cada barrio y comenzarán en septiembre. Desde este mes hasta diciembre, el plan prevé pasar por todos los distritos y barriadas.
Por ejemplo, en Pere Garau, Foners o la Soledad empieza el 18 de septiembre; a mediados de octubre se actuará en Son Armadans, Son Espanyolet, Santa Catalina, Son Dameto o el Fortí; el distrito Centro, con barrios como Jaume III, Puig de Sant Pere, la Lonja, el Borne, Sindicato o la Calatrava se deja para finales de diciembre.
Del 4 al 16 de diciembre se actuará en Can Pastilla, Les Meravelles, el Arenal o Sant Jordi, mientras que en la otra punta de la ciudad, en barrios como Génova, El Terreno, Cala Mayor, Porto Pi, Son Roca o La Vileta será entre el 30 de octubre y el 11 de noviembre.
Plan transversal: infraestructuras, sanidad o movilidad
Otro eje del plan es la transversalidad que lo caracteriza. Según ha explicado Martínez, intervendrán de forma coordinada distintas áreas municipales, como Infraestructuras, Sanidad en lo referente a las plagas, Seguridad y Civismo, Movilidad o Participación respecto a las campañas informativas con los vecinos.