Vuelven a atacar con pintura el polémico radar de Pompeu Fabra

Cort recuerda que su objetivo es pacificar el tráfico, no recaudar

El radar de la calle Pompeu Fabra ha vuelto a ser vandalizado.

El radar de la calle Pompeu Fabra ha vuelto a ser vandalizado. / GUILLEM BOSCH

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El radar de la calle Pompeu Fabra ha vuelto a ser vandalizado. Hace pocos días este polémico dispositivo ubicado en el barrio de Son Oliva apareció cubierto de pintura blanca. Se desconoce quién o quiénes son los autores de este nuevo ataque, que se suma a otros similares desde hace más de un año.

El ayuntamiento de Palma señaló que, pese a la pintura que cubre el radar, sigue estando operativo y multando a los vehículos que superen la velocidad máxima permitida de 40 kilómetros por hora. En todo caso, matizaron desde Cort, lo que ha sido objeto de vandalismo es la cubierta que protege la cámara. Estos dispositivos son móviles, por lo que existe la posibilidad de que estos días no haya ninguno en el interior de este radar en concreto.

Limpieza

Asimismo, indicaron que en los próximos días se procederá a su limpieza, tarea que ejecutará una empresa subcontratada para este fin. Cort también planea habilitar algún tipo de vigilancia para disuadir a posibles incívicos una vez haya recuperado su estado original.

Este dispositivo, instalado en febrero de 2021 para pacificar la velocidad en una vía con cuatro carriles, es uno de los más conocidos y también vandalizados de Palma. Ocasionalmente son atacados otros dispositivos instalados en la ciudad, pero no con tanta frecuencia.

Hay que recordar que varios ciudadanos que el año pasado denunciaron una incorrecta notificación de sus multas, negaron asimismo que hubieran superado el límite de velocidad cuando circulaban por la calle Pompeu Fabra.

Afectados por las multas

Estos afectados, que se unieron en una plataforma, aseguraban no haber sido notificados correctamente por parte de la empresa concesionaria del servicio postal, lo que les llevó a acumular deudas que en muchos casos sumaban miles de euros y el embargo de sus cuentas.

Desde el área de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento recordaron que los nueve radares repartidos por Palma no tienen finalidad recaudatoria, sino la de pacificar el tráfico, mitigar el ruido y reducir los accidentes en vías urbanas con mucha circulación de vehículos.