Canamunt da el pistoletazo de salida al Jane’s Walk

La octava edición de esta iniciativa se estrenó este viernes en un barrio en el que «hay más gente en las terrazas que viviendo»

Cerca de veinte personas disfrutaron del primer recorrido.

Cerca de veinte personas disfrutaron del primer recorrido. / Manu Mielniezuk

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

«El barrio de Canamunt no existe, es el barrio de sa Gerreria». Así de contundente se daba ayer inicio a la octava edición del Jane’s Walk, que se estrenó con un primer recorrido que, bajo el título Canamunt gentrificada, atrajo a unas veinte personas. Con salida en la plaza Major, el artista Christoph Hafner y el periodista y escritor Jordi Bayona condujeron al primer grupo por las galerías— «las catacumbas», según sus palabras—, por vía Sindicato y también por la plaza d’en Coll, donde, dijeron con rotundidad, «hay más gente sentada en las terrazas que viviendo».

Algunos como Toni Penya y Marga Tur decidieron participar en este paseo inaugural atraídos por el título del recorrido: «Vivimos en Son Espanyolet, un barrio que también se está gentrificando y me interesaba aprender de lo que tuvieran que contar sobre las estrategias para combatir este problema», señaló Penya. Carme Verdaguer, una vecina muy implicada en el barrio palmesano, también acudió ante la misma llamada: «Todas las iniciativas que se puedan hacer desde abajo son muy interesantes», explicó.

Toni Penya y Marga Tur (centro) atienden a la explicación. | MANU MIELNIEZUK

Toni Penya y Marga Tur (centro) atienden a la explicación. | MANU MIELNIEZUK / nair cuéllar. palma

La mayoría de personas que formaron parte de este paseo inaugural fueron muy participativas, formulaban numerosas cuestiones a los guías, comentaban entre ellos la situación y exponían sus inquietudes. Ulla Keresturi y Marianne, procedentes de Suecia y Dinamarca respectivamente, son vecinas de Cala Major y El Terreno y ante todo momento mostraron su preocupación por lo que está viviendo la ciudad. «Lo que está pasando es horrible. Llevo aquí ya cincuenta años, he visto el cambio y no ha sido para bien. No cabemos más, somos una isla», puso de manifiesto Marianne.

Además de Canamunt gentrificada, ayer tuvo lugar otro recorrido, La mirada de Jane Jacobs y la ciudad feminista, en el que María Gómez Llabrés trató de mostrar la ciudad desde los ojos de la activista.