El pequeño callejón que da acceso al pabellón municipal Josep Amengual lleva ya un mes cerrado, desde que la borrasca Juliette provocó la caída de un pino de grandes dimensiones en la puerta del polideportivo. El árbol estaba en el parque adyacente, Can Tarrés.
El incidente ocasionó serios daños en la puerta principal del polideportivo, y se tuvo que clausurar en su momento por motivos de seguridad. A este centro acceden numerosos vecinos del barrio del Molinar, tanto niños como personas mayores, que ahora tienen que entrar a través del colegio público que está justo al lado. De hecho, este pabellón hace las veces de gimnasio del CEIP Molinar, por lo que los menores realizan allí muchas actividades escolares.
El ayuntamiento de Palma ya ha retirado el árbol, pero de momento tanto la calle de acceso como la puerta principal continúan cerradas y protegidas con vallas, lo que ha provocado varias quejas entre los vecinos del barrio.
Al respecto, fuentes del ayuntamiento de Palma consultadas por este diario han explicado que la reparación ya está en marcha, pero no han precisado una fecha para dar por terminada la obra. Al parecer, y según detallan estas mismas fuentes, un herrero está replicando el panel de vallado. En cuanto esté listo se instalará para que quede igual que antes. Por tanto, de momento habrá que esperar por lo menos unos días a que concluya la reparación.
Las protestas vecinales por la demora de este arreglo se suman al malestar de las familias del centro educativo por la suciedad y los malos olores del pipican, ubicado junto a Can Terres y adyacente al aula de primero de Infantil del CEIP Molinar. Según los residentes, el desagradable hedor llega hasta esta aula mientras los pequeños están dando clase.