En los barrios tradicionales de Palma, no se permiten nuevas licencias turísticas

Palma ha sido el municipio pionero en la prohibición del alquiler turístico en viviendas plurifamiliares, una decisión adoptada en el anterior mandato precisamente, entre otros motivos, con el fin de preservar el uso de las viviendas existentes a los residentes y no para convertirlas en una actividad lucrativa como la turística.

La prohibición ha sido avalada por el Tribunal Supremo, por lo que, en principio, su mantenimiento no peligra, pese a que su aplicación es competencia del Consell de Mallorca. Si bien en primera instancia se excluyeron de la prohibición las viviendas unifamiliares entre medianeras, numerosas en determinados barrios tradicionales de la ciudad como el de Son Espanyolet, pronto es vio la necesidad de su inclusión debido a las molestias que provocaban a los vecinos estas viviendas de uso turístico. Si bien en este caso no se hizo una normativa específica como en el de las viviendas plurifamiliares, se ha recogido en el nuevo Plan General que no se va a permitir la concesión de nuevas licencias de alquiler turístico en estos barrios tradicionales, medida que incluye también las viviendas entre medianeras.

Otra de las medidas contempladas en el nuevo planeamiento incluye la aprobación de una serie de incentivos a la iniciativa privada con el fin de promover la vivienda pública a precio asequible.

En este punto se incluye la posibilidad de reconversión de establecimientos turísticos obsoletos en viviendas de protección pública. De esta forma, se pretende conseguir en los próximos 16 años unas 1.000 unidades de esas características, en edificios como los Panam, Pullman y otros en la zona de Cala Major.