Los vales descuento para las tiendas de Palma se esfuman en segundos

Algunos comercios tuvieron que colgar el cartel de «bonos agotados» cuando no habían pasado ni dos horas desde su activación

Redacción

La mayoría de tiendas abrían a las 10 horas, aunque a las 9:30 ya había ciudadanos a las puertas de los comercios preparados para canjear sus correspondientes vales descuento después del caos originado por un problema con la plataforma informática el pasado 28 de marzo. Algunos confesaban tener «ganas de gastar» después de no haber hecho compras durante la Semana Santa. La sensación general oscilaba entre el júbilo y la precaución. A las tres y media de la tarde se habían agotado 24.332 vales y 49 comercios ya no tenían.

La emoción provocó que a las 11 de la mañana ya había varios comercios que se vieron obligados a colgar el cartel de ‘agotados’ en sus escaparates, una decisión que sorprendió a quienes no habían podido acudir más temprano. «Nunca llego a tiempo, deberíamos tener todos los ciudadanos bonos reservados para utilizarlos cuando queramos», manifestaba una vecina del Mercat del Olivar.

El acceso a los bonos parecía en muchos momentos una carrera contrarreloj, sobre todo en establecimientos como las librerías. Muchas de ellas estuvieron atendiendo pedidos sin descanso desde el momento en que levantaban la persiana. Desde primera hora de la mañana se podía observar cómo los ciudadanos iban acudiendo a sus establecimientos de confianza, aunque la afluencia no fue tan notable como en anteriores convocatorias.

Josep Maria y Mercedes, una pareja de jubilados residente en el centro de Palma, se habían organizado el día anterior para acudir juntos a distintas tiendas. Ella, una «lectora voraz», ha aprovechado todas las convocatorias para comprar libros, su «gran pasión», aunque reconoce que adquiere obras por encima de sus posibilidades lectoras. Él, en cambio, acompaña a su mujer allá donde haga falta, aunque siempre acaba comprando algo, normalmente calzado o ropa: «Tengo suerte, nunca me voy de vacío». El caos vivido hace apenas unas semanas provocó cierto escepticismo, pese a que los comercios se mostraban optimistas. Los problemas con la plataforma informática desaparecieron en la gran mayoría de tiendas y pudieron acceder sin problemas.

En el caso de la librería Ínsula Literaria agotaron los bonos antes de las 11 horas después de dos horas sin parar de atender a clientes. Admiten que la acogida fue muy buena gracias a que no hubo ningún contratiempo con la plataforma. La tienda Neus Sabates, situada en la calle San Miquel, también canjeó todos los bonos antes de esa hora. La conclusión era la misma: no tuvieron ningún contratiempo y gestionaron bien las compras. Otros establecimientos se vieron obligados a anotar todos los nombres en un papel para, más adelante, poder registrarlos en la web debido a la imposibilidad de acceder al sistema. Este fue el caso de la tienda Vol Ras. Los propietarios se muestran tranquilos porque la gran mayoría de sus clientes son conocidos y acuden con asiduidad a la tienda, aunque lamentan no haber podido hacer bien el trabajo.

En las tiendas de Sueños Garau también han tenido dificultades, con clientes esperando hasta 40 minutos para canjear los bonos. Cati, dependienta en la tienda de la plaza Mare de Déu de la Salut, explica que comparten bonos con todas las otras tiendas de la empresa, lo que ha generado cierto caos a la hora de cobrar y de saber exactamente cuántos vales quedaban disponibles.