Viernes Santo en Palma: El Sant Enterrament cierra la Semana Santa

Cerca de 3.000 penitentes protagonizan el día de máximo dolor por la muerte de Jesús u Punto final a los días de Pascua con la fe renovada

Redacción

Más de 3.000 cofrades desfilaron ayer, Viernes Santo, por Palma entre el luto y el dolor por la muerte de Jesús. La procesión del Sant Enterrament puso el punto final a esta Semana Santa y el público lo vivió con emoción y fervor religioso.

Un redoble de tambores inició a las siete de la tarde la procesión, que como en la del Crist de la Sang, salió por orden de antigüedad de las cofradías. El punto de partida fue la plaza de Sant Francesc. Desde allí salieron todas las cofradías de Palma.

Los Tamborers de la Sala y la Policía Montada, vestidos de gala, encabezaron la procesión. La primera cofradía en desfilar fue Humildad y Paz, la más joven de Palma, mientras que la última fue la Cruz de Calatrava, cuya fecha de origen data de 1902.

El buen tiempo acompañó y las calles de Ciutat se abarrotaron para ver esta última procesión, que acabó casi a la una de la madrugada y congregó a una multitud que nada tuvo que envidiar al desfile del Crist de la Sang el día anterior.

El agotamiento de los cofrades, y especialmente de los costaleros que portan imágenes a peso, fue una realidad después de cinco intensos días de procesiones y meses de ensayos y preparativos. Aun así, la pasión y la devoción ganó la partida al cansancio, y tanto cofrades como costaleros superaron las expectativas en un desfile lleno de belleza.

Mucho público se concentró en el tramo inicial, la Basílica de Sant Francesc, donde las cofradías esperaban su turno para salir entre la solemne melodía de las agrupaciones musicales. La procesión avanzó a buen ritmo y los asistentes se fueron moviendo para seguirla, hasta que en las calles más céntricas de la ciudad no cabía ni un alfiler. La ceremonia también atrajo la atención de muchos turistas, que se mostraron sorprendidos por la tradición.

El Santo Cristo de las Siete Palabras, obra de Fernando de las Heras, el Jesús del Gran Poder o la Virgen de la Salud fueron algunas de las imágenes que el público recibió con más entusiasmo.