Masajes orientales en Palma: Son Armadans no quiere convertirse en el barrio rojo de la ciudad

Los vecinos viven con inquietud la concentración de este tipo de locales, con ocho negocios en solo 500 metros - "Hemos denunciado el problema al Ayuntamiento de Palma en repetidas ocasiones, pero aquí Cort no está ni se le espera", lamenta Catalina Llompart,

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Son las cuatro y medio de la tarde en la calle Marquès de la Sènia de Palma. Bulle la actividad y el tráfico es intenso. En la parada situada frente al número 13 una veintena de personas aguarda en el autobús de la EMT. Hay madres con niños que salen del colegio, trabajadores que vuelven a la oficina y adolescentes despistados con los auriculares puestos

Detrás de la parada acaba de abrir un nuevo local comercial. Se llama Vip Massage y anuncia en un gran luminoso masajes chinos, tailandeses y japoneses. Y en otro rótulo se puede leer su oferta de apertura: 30 euros una hora. Su puerta está abierta y detrás del mostrador hay una empleada oriental que cada cinco minutos sale al portal, situado justo detrás de la concurrida parada de la EMT

Es el tercer local de masajes orientales en Marquès de la Sènia, que ya cuenta con otros dos de idénticas características en los números 36 y 40, abiertos de forma ininterrumpida desde las nueve de la mañana a las once y media de la noche todos los días del año. Y el octavo en menos de 500 metros, si se suman al recorrido los cinco que en estos momentos están abiertos en ambas aceras de la cercana calle Monsenyor Palmer, donde se suceden unos a otros casi pared con pared. 

Nuevo local de masajes orientales abierto en la calle Marquès de la Sènia

Nuevo local de masajes orientales abierto en la calle Marquès de la Sènia / Miguel Vicens

"Este tipo de locales de masajes orientales se están multiplicando en Son Armadans de forma preocupante", lamenta la presidenta de la asociación de vecinos, Catalina Llompart, que constata que "no son negocios que produzcan incidentes en el barrio", aunque afirma que su proliferación se contempla por el vecindario "con mucha inquietud, porque están abiertos todo el día, en algunos las empleadas viven en el mismo local y sobre todo porque cambian el ambiente del barrio no solo por la noche, sino desde primera hora de la mañana", relata.

El recorrido se amplía un poco más en la vecina calle Fra Juníper Serra, donde el Globo Rojo anuncia su reapertura a partir del 18 de marzo, con toda su fachada pintada de negro y su nombre en letras rojas. Y se prolonga hasta la puerta del barrio del Terreno con otro local de masajes situado frente a la gasolinera de la plaza pintor Francesc Rosselló, e improvisado en un local que antes fue un souvenir, hasta el punto de que ahora los amplios escaparates han sido cubiertos con cortinas para preservar la privacidad de su nueva actividad.

En la calle Marquès de la Sènia hay un local de masajes orientales cada cincuenta metros

En la calle Marquès de la Sènia hay un local de masajes orientales cada cincuenta metros / Miguel Vicens

"Hemos denunciado al Ayuntamiento de Palma en repetidas ocasiones esta proliferación de locales de masajes orientales", manifiesta Catalina Llompart. "Pero en Son Armadans el Ayuntamiento no está ni se le espera, no atiende sistemáticamente nuestros problemas. Y cada vez que cierra un local nos tememos que abra otro negocio de masajes", comenta. "Deben de ser muy rentables para los propietarios que los alquilan", considera.

Llompart añade que a este problema en Son Armadans se añaden otros como el ruido que provocan dos bares localizados en la manzana entre Joan Miró y Federico García Lorca. "Hemos presentado infinidad de denuncias al Ayuntamiento y cada vez que hemos estado a punto de conseguir algo, un cambio de titularidad del local ha provocado que hayamos tenido que empezar de nuevo". Y denuncia la práctica del botellón en el nuevo aparcamiento disuasorio de Federico García Lorca, abierto con motivo de las obras en el Paseo Marítimo.

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