El servicio de acogida familiar de corta estancia de Cort atendió el año pasado a 228 adultos y menores

La Fundació Sant Joan de Déu gestiona esta prestación municipal, que se complementa con el centro de adultos de Can Pere Antoni y el de larga estancia de la calle Socors

Trobat y Noguera en el comedor del centro de acogida familiar que gestiona Sant Joan de Déu.

Trobat y Noguera en el comedor del centro de acogida familiar que gestiona Sant Joan de Déu. / Pere Joan Oliver

El servicio de acogida familiar de corta estancia que presta en Ayuntamiento de Palma a través de la Fundació Sant Joan de Déu atendió el año pasado a 228 adultos y menores frente a los 134 usuarios que utilizaron las instalaciones del antiguo convento de monjas de clausura dominicas situado en el número 9 del Camí Vell de Bunyola, frente al solar de al Fira del Ram.

El incremento del 70% del número de usuarios de este centro de corta estancia en el que se acogen y acompañan familias por un período de seis meses hasta que pueden encontrar algún recurso habitacional, da idea del problema que se vive en la ciudad, aunque, según el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social, Antoni Noguera, lo anterior supone que el servicio "ha dado respuesta al incremento de demandas, además de avanzar en la calidad de la atención a las familias en un contexto económico muy difícil marcado por la falta de vivienda y la subida de precios derivada de la guerra de Ucrania".

El teniente de alcalde, junto con la coordinadora general de Servicios Sociales, Catalina Trobat, ha visitado esta mañana las instalaciones de este servicio de corta estancia y ha recordado que "se trata de un recurso dirigido a familias monoparentales o biparentales con menores a cargo, en situación de dificultad social por carencia de recursos económicos, laborales y apoyo familiar". Ha recordado asimismo que las 54 plazas concertadas desde 2016 con la Fundació Sant Joan de Déu, el pasado mes de enero se han incrementado con cuatro más por un importe de 33.000 euros, pasando de esta forma a disponer de 58 plazas de acogida en este centro, con la previsión de seguir creciendo.

Por su parte, la coordinadora general de Servicios Sociales, Catalina Trobat, ha manifestado que "la falta de vivienda y su carestía en Palma ha provocado que la demanda de este recurso habitacional ha tenido un fortísimo incremento a lo largo del año pasado, puesto que, en relación al año anterior hemos pasado de atender de 47 a 74 familias".

Ha comentado asimismo que las causas principales de la acogida han sido principalmente la situación de irregularidad en España de las personas inmigrantes, lo que les dificulta la formalización de un contrato de alquiler puesto que, con la inexistencia de un permiso de trabajo muchos arrendadores se niegan a firmar el contrato de alquiler, aunque este no es el único motivo. También ha señalado los elevados precios del alquiler mensual de una vivienda, la perdida del trabajo por la crisis económica derivada de la crisis de Ucrania y los desahucios.

Menos pernoctaciones y estancias más cortas

Ha señalado asimismo que, si bien el año pasado las familias y personas atendidas han experimentado un elevado incremento, por contra, las pernoctaciones han sufrido un descenso, lo que significa que las estancias de las familias han sido más cortas, por lo que se afianza el hecho de que este servicio es temporal y de ayuda puntual.

De hecho, en 2022 el 60% de las familias que fueron atendidas por este servicio lo abandonaron antes de los seis meses con una vivienda y el 76% de los menores acogidos experimentaron mejoras en su rendimiento escolar durante la estancia.

Las familias acogidas disponen de un servicio de acompañamiento. Por ejemplo, el año pasado se realizaron 256 acciones de apoyo, información y acompañamiento, se tramitaron ocho prestaciones económicas, cuatro de ellas municipales y 33 personas realizaron un curso de formación para favorecer su inserción social.

De las 105 personas adultas por el servicio, 71 estaban en situación irregular, por lo que tan solo eran 34 las que podían acceder a un contrato de trabajo. De ellas, 21 encontraron ocupación durante su estancia en el centro, lo que representa un 62%.

Además de este servicio de corta estancia de atención a familias, el Ayuntamiento cuenta con otras instalaciones en Can Pere Antoni para adultos, que dispone de otras 54 plazas y de un centro en la calle Socors para largas estancias, con otras 46 plazas.

En el centro que gestiona Sant Joan de Déu, dispone de 23 habitaciones de distinta superficie según el número de miembros de la familia, 22 de ellas normales y una adaptada. Ofrece el servicio de lavandería, comedor, biblioteca, gimnasio, ludoteca y de un amplio espacio exterior con mesas y bancos y una pista polideportiva.

Trobat ha manifestado que, por regla general, las familias que son acogidas en el centro de estancias cortas son las que requieren de forma puntual de ingresos para regularizar su situación, mientras que las que se derivan al centro estancias de larga duración suelen ser casos más complejos que no solo requieren de ayuda económica.