El alcalde se compromete a quitar los bancos del parque de Cotlliure ocupado por personas sin techo

La intervención de hasta tres representantes vecinales de las barriadas del Camp Redó sobre los problemas que se generan en el parque municipal de Can Simonet y el situado en la calle Cotlliure, en las inmediaciones de las viviendas sociales de la zona, explicando los problemas que padecen debido a la ocupación de estos espacios por parte de personas sin techo, ha provocado que el alcalde, José Hila, al final de la intervención en el pleno de este jueves, se haya comprometido a la supresión de los bancos instalados en el parque de Cotlliure.

La primera autoridad municipal ha advertido, no obstante, que si bien con la supresión de los bancos probablemente se evitará su ocupación por parte de estas personas, "probablemente se van a ir a otro sitio, por lo que el problema no se va a solucionar, sino que probablemente se trasladará a otras zonas".

La vecina Nuria Requena ha puesto de manifiesto la problemática existente en el parque de Cotlliure, que cuenta con una zona de juegos infantiles que no puede ser utilizada por los menores ni por los alumnos de un colegio cercano por la presencia de personas que consumen drogas, defecan, hacen sexo y ensucian toda la zona.

Cortés exige compromiso de cesión de viviendas para desmantelar Son Banya

También ha intervenido en el pleno el presidente de la Federación de Gitanos y Gitanas de Balears, Carlos Cortés, quien ha exigido al alcalde, que convoque una reunión urgente en la que, con su participación, el Govern a través del IBAVI y el Consell se comprometan a la cesión de las aproximadamente 40 viviendas que se necesitan para el desmantelamiento del poblado de Son Banya.

Cortés ha manifestado desconocer los acuerdos alcanzados en una anterior reunión según la cual el IBAVI se comprometió a poner a disposición del programa de desalojos en febrero de este año 7 viviendas en distintas barriadas de la ciudad que, junto con las dos que aportará el Ayuntamiento, permitirán al continuidad del programa de desalojos con la demolición de una manzana completa.

En el caso de que no haya este compromiso Cortés ha insistido en la necesidad de que los políticos lo expliquen con claridad y que se permita la puesta a punto de las viviendas existentes con el fin de evitar desgracias como la ocurrida la semana pasada con un bebé al que le cayó una olla de agua hirviendo.

Por su parte, el teniente de alcalde de Cultura y Servicios Sociales, Antoni Noguera, ha recordado el compromiso alcanzado con el IBAVI del pasado mes de diciembre consistente en la cesión este próximo mes de febrero de siete viviendas de protección oficial, a la que se sumarán dos del Ayuntamiento, que se irá ampliando a lo largo del presente año con otras 31 casas más, que son las necesarias para que las familias adscritas al programa de desalojo abandonen el poblado. Según Noguera, se mantiene el compromiso de que en 2023 este asentamiento esté erradicado.