Un adulto necesita ingresar 1.421 euros al mes para vivir dignamente en Palma

El estudio elaborado por Bienestar Social establece que el salario de referencia para una familia monoparental sube a los1.943 euros mensuales

Una pareja mira la oferta de viviendas en una inmobiliaria de Palma. | B.RAMON

Una pareja mira la oferta de viviendas en una inmobiliaria de Palma. | B.RAMON / M. Elena Vallés

Una persona adulta que vive sola en la ciudad necesita ingresar cada mes 1.421,60 euros para vivir de forma digna. Esta cantidad varía en función de varios factores, entre ellos de la tipología de las unidades de convivencia de tal forma que en el caso de una familia monomarental con un hijo la anterior cantidad o Salario de Referencia Local se incrementa hasta alcanzar los 1.943,40 euros mensuales.

Las anteriores cifras se extraen de un estudio encargado por el área de Bienestar Social de Cort con el que se establecen los ingresos que deben tener las personas con el fin de disponer las necesidades para una vida digna cubiertas en función de los costes reales.

De esta forma se determina el denominado "indicador del salario de referencia" o "salario de vida" que, tal como ha explicado el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social de Cort, Antoni Noguera, "tiene como objetivo establecer cuál es el salario suficiente para que un trabajador o trabajadora y su familia puedan vivir dignamente en Ciutat".

Revisión del catálogo de ayudas al alza

Tal como ha explicado también la coordinadora general de Bienestar Social, Catalina Trobat, "mediante este estudio se puede establecer el nivel absoluto por debajo del cual se entra en riesgo de pobreza, independientemente de la renta del resto de ciudadanos". De esta forma, Bienestar Social dispondrá de una herramienta primordial con el fin de poder establecer las cuantías previstas en el catálogo de ayudas lo más ajustado posible a la realidad, algo que, según Noguera, se modificará en las próximas semanas al alza.

El estudio tiene en cuenta el número de miembros que forman una unidad de convivencia con el fin de determinar cuándo dinero necesitan para llevar una vida digna. De esta forma, se considera que un adulto o una unidad familiar tiene menores y jóvenes a cargo a toda persona menor de 17 años que viva en el hogar y las que tengan entre 18 y 24 años que no estén trabajando.

Igualmente se considera como adulto a una persona de entre 18 y 24 años que trabaja y a todas aquellas que tengan más de 25 años.

Para el cálculo del Salario de Referencia Local se ha determinado el gasto mínimo de cada tipo de unidad de convivencia necesario para la adquisición de una serie de bienes y servicios que se consideran necesarios para tener una vida digna. De esta forma, se han analizado hasta nueve parámetros que incluyen alimentos y bebidas, limpieza e higiene personal, vivienda, gastos corrientes en materia de vivienda, transporte, gastos personales y de ocio, ropa y complementos, educación y gastos extraordinarios.

Con estos datos se han establecido distintas cuantías del Salario de Referencia Local que establece una cuantía mínima de 1.421,60 euros mensuales para una persona adulta, hasta los 4.011,69 euros mensuales para una familia integrada por tres o más personas adultas con menores o jóvenes a cargo. Lo anterior da una media ponderada, sin tener en cuenta la tipología de las familias, de 2.346,29 euros.

Si solo se tiene en cuenta el salario necesario por persona adulta, la media ponderada es de 1.240 euros al mes. En este caso, por ejemplo, cada adulto de la unidad familiar integrada por tres con menores y jóvenes a cargo debe ingresar mensualmente 1.022 euros.

El estudio pone de manifiesto asimismo que el coste de la vivienda, la alimentación y las bebidas superan el 52% del gasto total del Salario de Referencia Local.

En concreto, cuando se analiza el presupuesto de necesidades básicas por la tipología de cada unidad de convivencia se comprueba el elevado coste de la vivienda en las unidades con solo una persona adulta, que supera el 40% del presupuesto, distribuidos en un 27% destinado a esta finalidad y un 39% a gastos corrientes de la vivienda como electricidad, agua, gas telefonía fija, internet, seguro del hogar, tasas relacionadas con la vivienda y gastos de comunidad.

La segunda partida más importantes es la de la alimentación, con un 25% del presupuesto de media.

Se comprueba asimismo que el peso de la vivienda disminuye en las unidades de convivencia con varios adultos, que se sitúa en el 19%, mientras que el de la alimentación sube del 16%, en una unidad de convivencia con una persona adulta, hasta el 30% en las conformadas por varios adultos con menores y jóvenes a cargo.