La semana pasada la niebla invadió Palma y la ansiedad pudo conmigo. Me explico: en cuanto me di cuenta agarré la cámara, salí a la calle y empece a hacer fotos a todo lo que veía (o mejor dicho no veía). Entre las prisas por salir y las primeras 50 fotos a lo loco que hice me quedé sin batería. Así que os felicito las fiestas con una de esas primeras fotos que pude hacer antes de volver derrotado por la tecnología. ¡Feliz año!