Los mercadillos navideños de Palma llenan la época más mágica

Los mercadillos navideños son uno de los símbolos más evidentes de la llegada de la Navidad. Además, el olor inconfundible de las castañas recién asadas y las calles llenas de luces invitan a los ciudadanos a pasear y visitar el centro de la ciudad, como es el caso de muchos colegios. 

Estos días las plazas están llenas de escolares que aprovechan estos últimos días de clases para hacer una salida al centro de Palma y visitar los mercadillos mientras meriendan sus bocadillos. 

El Alcalde de Palma, José Hila, ha explicado que está encantado de poder ver «las plazas tan llenas» y que «tantos niños disfruten» después de estos últimos años de restricciones.

Este año hay un total de194 casetas, 62 más que el año pasado, y lo que más se puede ver son diferentes piezas hechas de forma artesanal. Las manualidades están cada vez más presentes en los mercadillos, como es el caso de la tienda Las Hadas en plaza España. La propietaria es Lucía Miele, una diseñadora que crea joyas, llaveros, juguetes de viento y además ha escrito varios libros sobre el perdón transpersonal.

La dependienta del puesto ha detallado que Lucía es una «experta en gemas preciosas» y hace los objetos «de forma muy precisa y con un significado». «Siempre ponemos un cartel explicativo en las manualidades para que la gente entienda todo lo que hay detrás», comentó.

Belenes

En la Plaza Mayor, se encuentran los quioscos donde se venden piezas para los belenes y uno de los puestos más característico es el de Carme García, maestra artesana que lleva más de 30 años vendiendo en la plaza.

«Al llevar tanto tiempo vemos a nuestros clientes habituales crecer. De venir en pareja o recién casados a traer a sus hijos y en algunos casos ya con los nietos. Es un proceso muy bonito», ha indicado García. 

Para Catalina Mora Vidal, ceramista y alfarera de Tot de Fang, este es el quinto año que vende su género. Aunque tiene muchas piezas de belenes su especialidad son los dimonis de los diferentes pueblos de la isla. «Me conocen como ‘Cati la del dimonis’ ya que tenemos más de 200 modelos diferentes y somos los únicos que vendemos estas piezas». 

Todos los comerciantes coinciden que esta semana ha sido mala por el tiempo tan raro que ha hecho, pero que en general están contentos con las ventas. 

«Esta semana el tiempo no ha acompañado pero este fin de semana seguro que será la bomba», ha exclamado Mora.

«Estas navidades están siendo parecidas a otros años de antes de la pandemia. Estoy muy agradecida que nos dejen este espacio para poder dar a conocer lo que vendo», explicó Claudia Pezo, que tiene un puesto en la Plaza España donde vende objetos relacionados con la música rock. 

Cambio en las casetas

La fisonomía de muchos de los puestos es diferente ya que se han incorporado elementos de iluminación y se han creado ribetes artesonados de madera con motivos navideños para dotar de una mayor ambientación a la zona.

«Las casetas son las mismas de cada año pero se ha mejorado en la ornamentación de los frontales de las casetas y la iluminación, ha quedado mejor que otros años», ha señalado el regidor de Promoción Económica y Empleo, Jordi Vilà.

En Plaza España uno de los puestos que más destaca por la cantidad de objetos que vende es Las Hadas. La propietaria es Lucía Miele, una diseñadora que crea joyas, llaveros, juguetes de viento y además ha escrito varios libros sobre el perdón transpersonal. 

Por otro lado, en las Ramblas se encuentra la Boutique del Té, una parada obligatoria si eres un enamorado de las infusiones. Llevan solo 2 años yendo al mercadillo de navidad, pero su tienda física está abierta desde hace más de 30. «El mercadillo es una buena forma de darnos a conocer, ya que nuestra tienda física está un poco escondida», ha explicado una de las socias, Aina Jagla.

Sin duda hay que aprovechar estos días que el tiempo da un poco de tregua para visitar y disfrutar de los diferentes puestos navideños de la ciudad.

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