Los vecinos de Son Sardina: «Contra la especulación, casal público»
Piden que el local sea de propiedad municipal para acabar con las amenazas de desahucio. La «dejadez» del mantenimiento «por parte del Cort» también es una queja constante entre los usuarios
G. Bosch
Los vecinos de Son Sardina han sido pacientes, pero ya no pueden más. El colectivo Joves de Son Sardina, junto a la Asociación de Vecinos y la Plataforma Estimam Son Sardina se concentraron ayer delante del casal del barrio, para reclamar que «se asegure oficialmente y por escrito» la continuidad del casal y de la biblioteca.
Los vecinos empezaron a llegar pronto. Niños, jóvenes y mayores se sumaron a la causa llevando carteles a la concentración: «No renunciaremos», «Ayuntamiento responsable» o «Queremos soluciones» fueron algunas de las frases que más se escucharon al inicio del encuentro, animando así a que más vecinos del pueblo se acercaran a reivindicar con ellos la continuidad de los dos locales afectados.
Xesc Alemany, de Joves de Son Sardina, se encargó de leer el manifiesto: «El Ayuntamiento tiene que priorizar un acuerdo con el banco para que asegure este servicio y por otro lado, la compañía tiene que dejar de amenazar con el desahucio», señaló en relación a los avisos de lanzamiento que ha recibido el local.
Asimismo, Alemany explicó que si Cort no consigue a la larga que estos dos locales sean públicos, «fomentará los intereses especuladores de los bancos».
Otro aspecto que se destacó fue la «dejadez» por parte del Consistorio en el mantenimiento del local. «Las instalaciones están muy mal, no se ha invertido en mejorar el establecimiento y todo está lleno de goteras. El Ayuntamiento nos tiene abandonados, no nos tiene en cuenta y estamos en una situación insostenible», lamentó la presidenta de la Asociación de Vecinos de Son Sardina, Tina Fernández.
El mayor temor de los vecinos es que un día «el banco decida vender» y les dejen «sin nada». «Necesitamos que el casal sea de propiedad municipal, entendemos que será un proceso largo pero solo así estaremos realmente tranquilos», explicó Miquel Calafell, miembro de la Plataforma Estimam Son Sardina.
De momento, tanto el casal como la biblioteca continúan abiertas, a la espera de que el Ayuntamiento mueva ficha.
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