El traslado desde Dallas a la isla de la falsa llave del Reino de Mallorca costó 7.000 euros al Ayuntamiento de Palma, que además tuvo que asegurar la pieza y extenderle una póliza por un valor de 40.000 euros para cubrir cualquier eventualidad durante los doce meses de cesión acordada con el propietario estadounidense, ha podido saber este diario.

La llave, pese a que su actual propietario estadounidense no proporcionó a Cort documentación acreditativa alguna de que fuera la misma que los agermants entregaron en 1522 a Carlos I, intentando obtener el perdón por la revuelta de las Germanías, fue presentada en el salón de plenos de Cort como "un hallazgo histórico" sin apenas ningún matiz, con gran solemnidad y la presencia del alcalde Hila, colocando la pieza, que regresaba a Mallorca "tras un periplo de cinco siglos", según se aseguró, sobre un cojinete de tela roja de damasco con ribetes de oro, pero olvidando, en medio de la euforia desatada, que la pieza no había sido sometida todavía a acreditación histórica alguna. El propio alcalde se refirió a la pieza afirmando: "Es parte de nuestra historia y creo que es importante recuperarla" Pero faltaba la comprobación, que el miércoles constató finalmente que llave es falsa, una "reproducción historicista" del siglo XIX y no la auténtica, lo que ha convertido la euforia municipal del pasado mes de agosto en pesadumbre, mientras se intentan encontrar argumentos que otorguen, tras el fiasco, algún valor divulgativo a la reproducción y justifiquen su exposición.

"Es parte de nuestra historia y creo que es importante recuperarla"

José Hila - Alcalde de Palma

Bartomeu Bestard, cronista de la ciudad: "Que sea examinada y se comprueba su autenticidad"

Esa comprobación fue precisamente el principal interés que el cronista de la ciudad, el historiador Bartomeu Bestard Cladera, señaló de forma muy clara en su informe previo justificativo del traslado de la llave a Mallorca, fechado el pasado 8 de febrero.

"A día de hoy -escribió Bestard en el documento- la localización por porte del concejal de Educación y Política Linguística de una de las llaves de oro de la ciudad y Reino de Mallorca a manos de un orfebre de Dallas, en Estados Unidos, presenta la oportunidad de poder trasladar dicha llave a Palma para que pueda ser examinada y comprobar su autenticidad; y en su caso para que pueda ser expuesta en la isla", subrayó el cronista. "El traslado a Palma de dicha llave es de gran interés pues nunca ha sido vista ni conocida de primera mano. Y poder trasladarla a Mallorca permitiría comprobar su autenticidad o no y permitiría también darla a conocer o recordar la historia de las llaves de oro de la ciudad y el Reino de Mallorca a la ciudadanía dentro del contexto de la guerra de la Germanía, hecho del que se conmemoran estos su quinto centenario".

Incluso el concejal de Educación, Llorenç Carrió, expuso también esa misma prudencia en un mensaje que expresó en redes sociales. "Después de dos años de investigación ya está aquí la pieza más misteriosa de nuestra historia. Al fin podremos aclarar su origen y reivindicar todavía más la memoria de la Germanía", escribió en su cuenta de Twitter.

La euforia de Més: "Los indicios apuntan a su autenticidad"

Pero el área de comunicación de la concejalía de Educación, dirigida por Més, cambió la contención debida por la euforia, mientras en las redes sociales todo eran felicitaciones para el concejal Llorenç Carrió: "El área de Educación -informó el servicio de comunicación de Més el pasado 29 de agosto- recupera la llave de la Ciudad y Reino de Mallorca para su exposición a Palma. La llave forma parte de la memoria de la Germanía mallorquina. El concejal de Educación y Política Lingüística, Llorenç Carrió y la Conservadora y Directora del Castell de Bellver Magdalena Rosselló, han presentado el hallazgo de la llave, perdida hace 500 años". Y en el documento aportaba incluso una cronología completa del periplo histórico desde 1523 hasta la actualidad. Añadiendo afirmaciones no comprobadas que a la postre se han demostrado falsas al descubrirse que la pieza no es más que una reproducción del siglo XIX: "Es un símbolo de una época, de la derrota de las Germanías, un episodio de revuelta popular en que las clases populares reivindicaron valores como la libertad y la justicia social ante el autoritarismo y los abusos de poder. El área de Cultura ha conseguido traer a Palma esta pieza que se perdió ahora hace quinientos años". Aludiendo también en ese momento próximo estudio para datar la pieza, aunque "los indicios apuntan a su autenticidad", aventuró. En realidad no había ningún indicio previo, como se ha comprobado, sino todo lo contrario.

Comienza la investigación de la primera llave del Regne de Mallorca Manu Mielniezuk

El estudio de la pieza, firmada por Letizia Arbeteta y Elvira González, deja claro que la llave no es la auténtica del siglo XVI, sino una "extraordinaria llave historicista del XIX". Y señala que la casa de subastas Christie's de Londres ya la ubica cronológicamente hacia 1845. La investigación mallorquina, además, propone a e a Reinhold Vasters (Alemania, Erkelenz, 1827-Aachen, 1909) como el creador, en su etapa de juventud, "no en vano -subraya- la llave pareja lleva incisa la V como inicial del apellido". 

Y apunta la hipótesis de que fue encargada por Alphonse de Rothschild (Paris, 1827-1905 a un orfebre especializado en creaciones de gusto europeo renacentista que recordara el episodio del emperador Carlos V y los agermanados de Mallorca. La llave mide 23 centímetros, pesa 246 gramos y fue labrada en oro de 21,2 quilates con técnicas del XVI y sin usar las laminadoras que ya existían en el XIX.