Comienza la última fase de las obras del nuevo colector interceptor de aguas pluviales. Desde hoy y hasta el próximo mes de noviembre dos carriles de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga a la altura de Ricardo Ortega volverán a estar ocupados y el tráfico desviado. Según fuentes de Emaya esta será la última ocupación en este punto y durante este período se realizarán todos los trabajos necesarios para el desvío de las aguas residuales y pluviales hacia el nuevo colector que desemboca en el tanque de tormentas construido junto a la depuradora del Coll d’en Rabassa. Se trata de los últimos trabajos con el fin de poner en marcha tanto la estación de bombeo como el tanque de tormentas.

En ningún momento el tráfico se cerrará en este punto ya que los dos carriles en sentido ascendente que se ocupan por las obras se desviarán en este punto y ocuparán parte de los carriles en sentido contrario, permitiendo siempre la circulación en ambos.

Las obras tienen un presupuesto global de 27 millones y generan una ocupación media de 40 personas.