La imagen que deja una tienda de campaña plantada en plena Plaza Major de Palma es ineludible. Junto a las escaleras que conectan con el paseo de la Rambla, una persona 'sin techo' ha plantado allí mismo su precaria vivienda.

Su refugio es una pequeña tienda instalada en el asfalto. Al lado se pueden ver algunos de sus enseres, entre los que están varias sábanas y dos bicicletas.

"Turistas y residentes se quedan perplejos", asegura una vecina en Twitter. La situación ha suscitado varias quejas en las redes sociales, como la de esta usuaria, que lamenta la imagen que se ofrece de la céntrica localización: "Ya no basta la degradación de las Galerías. Ahora también el entorno exterior", manifiesta.

En cifras del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), en la isla hay unas 150 personas pernoctando en la calle, aunque en invierno este número aumenta. Además, unas 600 personas viven en asentamientos de chabolas, infraviviendas o edificios ocupados.

Con la llegada de la temporada turística, estas cifras suelen experimentar una pequeña mejoría. No obstante, en 2021, el último año contabilizado en su totalidad y con las cifras ya definitivas, la crisis económica derivada de la covid provocó un aumento de personas sin hogar de entre el 10% y el 12%. La mayoría de ellas están en Palma.

Además, la semana pasada, el Consell de Mallorca anunció cambios en sus políticas sociales con las personas sin hogar, puesto que las que se habían llevado a cabo hasta ahora se han mostrado "ineficaces". Ahora, a través de la colaboración en dos proyectos, la institución insular ofrecerá una solución habitacional a 160 personas en Mallorca.

Hasta ahora, el modelo exigía trabajar con el usuario en un programa de reinserción social antes de ofrecerle un techo. Ahora, con este giro de guion, se plantea el acceso a una vivienda «normalizada» como primer paso, sin que sea un requisito que la persona participe en programas de reinserción.