La asociación de vecinos de sa Llonja es Born ha denunciado la "dejación de funciones" de la que ha ha hecho gala el Ayuntamiento de Palma a lo largo de todo el verano ante los problemas más acuciantes como son el exceso de ruido o la sobreocupación de las terrazas. Esta "inacción" municipal ha provocado que, cuando ya está a punto de finalizar la temporada alta los vecinos sigan "con los mismos problemas" denunciados al principio del verano.

Desde esta asociación afirman que no se han pintado las delimitaciones de las terrazas, "ni han modificado la única que pintaron mal". Asimismo denuncian que "muchas terrazas cierran y recogen más tarde de las 23,00 horas, que es la hora establecida en las zonas declaradas de especial protección. Se detectan constantemente "situaciones de incivismo en las calles, clientes bebiendo fuera de los locales, varios establecimientos con música a todo volumen y puertas abiertas".

Además, también denuncian la "gran cantidad de motos de no residentes en el barrio que aparcan dentro del ACIRE, quitando las plazas a los vecinos y haciendo ruido a altas horas de la noche cuando cierran los locales y se van". Se trata de un ACIRE sin vigilancia específica en los puntos denunciados, "por donde se cuelan vehículos y motos, en algunos casos por calles de dirección prohibida".

También observan como hay "desbordamientos de basura a diario y que los contenedores de los establecimientos siguen teniendo ruedas de plástico en lugar de goma, "haciendo un ruido estruendoso de madrugada". A lo anterior se añaden la existencia de "músicos callejeros, cargas y descargas fuera de los sitios establecidos", con el agravante de que "nunca vemos a policía en las horas más conflictivas levantando actas y poniendo orden". De hecho afirman que se han llegado a interponer "más de 400 denuncias sin ningún resultado".

Actuación policial

Por su parte, desde la Policía Local se ha informado que este fin de semana en Santa Catalina se controlaron las salidas de diferentes establecimientos de ocio nocturno y se levantaron 14 denuncias de circulación (la mayoría de vehículos estacionados en pasos de peatones) y se impusieron dos denuncias por incumplimientos de la ordenanza reguladora del uso cívico del espacio público.

En el Molinar se levantaron 11 actas por ensuciar la vía pública y dejar restos de comida y bebidas en el suelo. En la Porta de Sant Antoni, los agentes intervinieron por amenazas al propietario de una tienda y en la Platja de Palma se procedió a la expulsión de ocho turistas de un hotel "por actitud agresiva y conducta incívica".