No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
«Ya empieza a ser algo más que un solar», cuenta a este periódico el director del Club, José Luis Arrom. La parte de la edificación está en la antesala de su arranque. «Se van a empezar a construir los sótanos. Trabajar en el subsuelo siempre es delicado porque has de extraer las aguas freáticas mientras trabajas», explica. En este estadio de la obra, se emplea el sistema de tablestacas, que es un tipo de estructuras de contención para evitar filtraciones.
La semana próxima está previsto el abatimiento de las aguas subterráneas. «Para ello, se habilitarán unas bombas. Se extraerá el agua que sea necesaria con el fin de que no se encuentren líquido cuando escarben en la tierra», comenta.
Los cimientos del subsuelo son para la parte de los sótanos de los nuevos edificios. En este caso, para el inmueble del parking, que contará con planta subterránea, dos pisos más de aparcamientos y en el ático una sala de eventos. En total, serán 97 plazas.
En la otra zona donde también habrá plantas en el subsuelo es la de los locales. «Habrá dos con sótano: la cantina y también donde se ubicará el depósito de agua contraincendios y otras instalaciones», detalla el director de la marina.
En mes y medio o dos, calcula que ya podrá verse cómo emergen las estructuras de los nuevos edificios. «El 80% de los pilotes para la cimentación ya están hechos», subraya Arrom.
En cuanto a la zona de los pantalanes, hay todo un muelle, el número 52, que se ha construido nuevo. «Tenía medio siglo y era necesario renovar la estructura porque corría peligro», explica. Ahora empezará a hacerse también el número 51.
«La habilitación de los muelles 8 y 7, los últimos mirando al este, ya está al 90% de su ejecución. Son los reservados a los megayates. Podrán albergarse barcos de hasta 170 metros de eslora», puntualiza Arrom. En concreto, podrán coincidir simultáneamente cuatro embarcaciones de entre 170 y 130 metros y hasta 24 de manga, las de mayores dimensiones de los puertos recreativos españoles. El Club está a la espera de que la Autoritat Portuària autorice este nuevo pantalán. «Esperemos que pueda estar operativo antes del verano».
Toda la marina se está entubando también con conductos nuevos. «Es la parte que está dando más molestias a los clientes», dice Arrom.
Pasarela peatonal
En cuanto al orden constructivo de los edificios, los cuatro se levantarán a la vez. Cuando estén en pie el 1 y el 2, los principales, también quedará hecha la pasarela peatonal, que irá desde el Paseo Marítimo hasta la estación de cruceros. La reforma supondrá la integración del extremo occidental del puerto de Palma en la ciudad. Será la parte del Club de Mar que se abrirá a la ciudadanía. Los viandantes podrán pasear por los muelles 1 y 2, y acercarse hasta los locales comerciales que se abrirán.
En cuanto a los plazos, está previsto que toda la obra esté terminada en el primer trimestre de 2024. La gran inauguración se celebrará en verano de ese mismo año con una gran regata de barcos clásicos. «Invitaremos a los big boats, como el velero de lujo Creole».
La mayor obra con capital privado de la náutica de recreo en España, la del Club de Mar de Palma, cuenta con una inversión de más de 60 millones de euros. «El reto es eliminar los muros y barreras físicas y psicológicas que existen con la ciudadanía mallorquina y al tiempo mantener la intimidad y exclusividad de los socios», explica Arrom.
Los pantalanes se adaptan también a un sistema cómodo de vaciado de las aguas grises. Y los edificios se han proyectado siguiendo los criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y ahorro de recursos naturales.
En estos momentos, los trabajadores del Club están en unas oficinas modulares temporales donde se atiende a los usuarios.
Megayates | Muelles para barcos de hasta 170 metros
Los muelles 7 y 8 están al 90% de su ejecución, prácticamente terminados. El Club de Mar espera que la Autoritat Portuària los autorice antes del verano. En este pantalán, a la altura de las otras grandes marinas del Mediterráneo, podrán coincidir simultáneamente cuatro megayates.
