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Así es la calle más cara de Palma: sin vida y llena de mansiones

La arteria más cara de Palma está en uno de los puntos más altos de Son Vida, en una zona desierta de vecinos, bares o supermercados

El silencio de la calle, ubicada en un entorno tranquilo y casi desierto, se confunde con el incesante ruido de la maquinaria de obra. Guillem Bosch

La opulencia en estado puro no casa con la ordinaria vida de los mortales que se toman un café en el bar de la esquina o van a hacer la compra al supermercado. Será por eso que la calle más cara de Palma, la de Binicaubell, no tiene tiendas, restaurantes, farmacias o colegios en varios kilómetros a la redonda.

Se ubica en uno de los puntos más altos de Son Vida, el mercado residencial de lujo por antonomasia de la capital balear, y además de ser la más cara de Ciutat, es la cuarta de Balears (por detrás de tres calles de Calvià y Andratx) y la novena de España. La calle Binicaubell se ha ganado estos presuntuosos títulos porque el precio medio de una vivienda es de nada más y nada menos que 6,5 millones de euros.

Las descripciones en Idealista y demás portales inmobiliarios presumen en esta zona de propiedades inmensas, elegantes y súper modernas, pero ninguna promete estar cerca de los servicios básicos porque en los casi tres kilómetros de calle no hay más atisbo de vida que el de los obreros con sus gigantescas grúas y excavadoras, además de alguna que otra cabra que vive en la montaña.

Si algo destaca en las vistas sobre la calle Binicaubell son las imponentes mansiones de precios estratosféricos a un lado y otro de la carretera. Los solares forman parte del paisaje escondidos entre paredes rocosas y vegetación frondosa, fundidos entre el incesante ruido de la maquinaria de obra.

Los carteles de inmobiliarias y constructoras forman parte del paisaje. | GUILLEM BOSCH

También forman parte de la escena los carteles de venta, así como la publicidad de los estudios de arquitectura o inmobiliarias, como la de Engel & Völkers, una de las que más trabaja en la zona. Toda una declaración de intenciones de un barrio en expansión para la jet-set internacional que ya ha seducido a grandes fortunas, magnates, deportistas, artistas y empresarios que aun hoy residen allí bajo la más absoluta discreción.

Tanto es así, que ni un alma pasea por la zona. Ni vecinos, ni turistas, ni siquiera curiosos. Si algo atrae de esta calle, además del superlujo que ostenta, es la privacidad que desde luego no tienen otros barrios residenciales como este.

Desde Joseph Fiennes o Jennifer López hasta Grace Kelly o la familia Escarrer son algunos de los multimillonarios que han pasado por lo que se conoce como el Beverly Hills de Mallorca, que hace menos de una semana ha situado a una de sus calles entre las más caras del país, según estudio de Idealista. Es un entorno tranquilo, exclusivo y sofisticado, sin un rastro de vida que se asemeje a los miles de terrenales ciudadanos que, unos kilómetros más abajo, continúan con su día a día haciendo la compra y tomando café.

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