La reunión de ayer también sirvió para exponer una serie de problemas concretos que afectan a distintas barriadas como el generado por la apertura del albergue juvenil situado en la calle Pont i Vic de la barriada de Foners. Desde que este establecimiento ha abierto al público «ha provocado graves problemas» a los vecinos de la zona. Por ello reclaman que el Ayuntamiento, que ha autorizado la apertura de este establecimiento, asuma también el control de los ruidos generados, mediante mediciones regulares, la insonorización de algunos espacios, como la bomba de agua, el nivel de ruido de la música de la piscina y su horario de cierre a las 21.00 horas. Igualmente, quieren que se establezca una mayor vigilancia de las calles colindantes en horario nocturno, el refuerzo de la limpieza en la zona afectada y que se hagan cumplir los horarios de cierre de los establecimientos que actualmente están en sus inmediaciones, al tiempo que no se concedan más licencias de bares y restaurantes en la zona.