La finalización de las obras del tanque de laminación y el colector interceptor de Palma, que en principio estaba prevista para estas fechas, se retrasan hasta finales de este año por falta de suministros.

El presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, explicó ayer en rueda de prensa que la obra está prácticamente acabada —el 96% de los trabajos han concluido—, pero todavía falta por terminar la parte de electromecánica; es decir, las estaciones de transformación, los sistemas de bombas o los electrónicos de control. Todo este material, aseguró el responsable, está sufriendo la crisis de suministros que vive la industria.

Este problema supondrá un retraso que impedirá el objetivo que se había fijado Cort, que se comprometió a finalizar la intervención antes de este verano. La previsión ahora es que el equipamiento que falta llegue a la isla el próximo mes de octubre. Una vez esté aquí, el material requiere de un plazo aproximado de tres semanas para su montaje y puesta en marcha.

Por tanto, explicó Perpinyà, Cort ha tenido que retrasar la finalización de estas obras hasta el cuarto trimestre de 2022, como mínimo, si los plazos previstos se cumplen. «Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos para solucionar los inconvenientes, pero este ha sido insalvable», defendió el también regidor de Medi Ambient i Benestar Animal, que recordó que muchas obras están teniendo el mismo problema e insistió en que desde el ayuntamiento de Palma han trabajado en esta intervención «con toda la celeridad posible» y con una pandemia de por medio.

Cabe recordar que el tanque de laminación y el colector interceptor es una de las principales obras de Emaya, que tiene por objetivo acabar con los vertidos de aguas residuales al mar. Estas instalaciones recogerán el agua en caso de lluvia y la almacenarán para tratarla, de forma que solventaría entre el 80 y el 90% de los vertidos.