Guerra abierta en el pacto de Cort. La semana del Orgullo en Palma enfrentó ayer a dos ediles de Podemos en el equipo de gobierno municipal, Sonia Vivas y Alberto Jarabo. La primera acusó al segundo de bloquear los actos de la celebración LGTBI en Palma y por ello amenazó a través de una carta enviada al alcalde José Hila de romper el pacto de gobierno del Ayuntamiento si proseguía el «boicot» por parte de su compañero de partido.

Por su parte, Jarabo negó que estuviera torpedeando la Pride Week y aseguró que la intención de Cort es que se pueda celebrar el Orgullo.

La concejal de Justicia Social, Feminismo y LGTBI señaló en su misiva que ayer miércoles arrancaba su cuenta atrás como regidora del gobierno municipal. «Si no se rectifica y se actúa de buena fe en este asunto crucial para la comunidad LGTBIQ me veré obligada a romper el gobierno, que con mi salida quedará en minoría, forzando así que tenga que llevar a cabo políticas de consenso». La concejal da un plazo de quince días al equipo de gobierno para que facilite los actos de la semana del Orgullo.

Vivas señala asimismo que desde su concejalía han asistido «con estupor» a cómo se «han bloqueado procesos y procedimientos por parte de Participación Ciudadana [la regiduría de Jarabo] y se han colocado palos en las ruedas para que no se lleva a cabo dicha celebración para el colectivo». En este punto, la concejala acusa a Jarabo de ordenar paralizar la celebración de la Pride Week «de manera verbal y faltando al procedimiento administrativo ordinario».

Ante estos hechos, Viva cuenta que puso al corriente al alcalde Hila de un «posible caso de discrecionalidad de la Administración con sus administrados». Y que el primer edil se reunió con Jarabo «sin haber logrado que éste cambie de idea». «La gravedad de los hechos es que no sólo está boicoteando la celebración del Pride, sino que está impidiendo una expresión popular de lucha contra la LGBTIfobia», escribió la regidora en referencia a su compañero de partido.

Por su parte, Jarabo quiso ayer dar su versión de los hechos y aseguró que no existe «ningún bloqueo» en la celebración de la semana del Orgullo en la ciudad, sino «un retraso en un proceso administrativo por cuestiones simplemente técnicas». Y que los funcionarios se encontraban en estos momentos resolviéndolas. «Las diferentes áreas se están coordinando para que la tramitación se haga de manera correcta», subrayó. Para el también portavoz del gobierno la intención del Ayuntamiento es mantener los actos ya que siempre la institución «ha apoyado y acompañado al colectivo LGBTI».

Por último, el regidor de Participación Ciudadana explicó que entiende el «nerviosismo» de Vivas,» y más aún cuando se acercan las fechas de la celebración», y reiteró que los inconvenientes técnicos se resolverán mediante la «coordinación y colaboración entre las distintas áreas» del Ayuntamiento.

Hay que recordar que ya hubo polémica el pasado abril, cuando Ben Amics acusó a Vivas de querer mercantilizar el Orgullo.

Paralizada la licencia a 15 días de la celebración de la Palma Pride Week

Desde la organización de la Palma Pride Week (detrás está Kristin Hansen) lamentaron ayer que por parte del área que dirige Alberto Jarabo en Cort se paralizara la licencia de la primera Palma Pride Week a quince días de su celebración. «No entendemos por qué la ciudad de Palma estaría en contra de un evento como éste. Los derechos de la comunidad LGTBIQ están en peligro. ¿Quién dio la orden de detener nuestro evento? ¿Por qué?», apuntaron desde la organización, ELLA Global Community. «Queremos ocupar la plaza de sa Feixina durante una semana. Sentimos prejuicios contra nuestro derecho a existir», agregaron.