La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, ha asegurado que es una "mala coincidencia" que se haya tenido que conceder una licencia de ampliación a un restaurante en la calle Fábrica en plena polémica con los vecinos de Santa Catalina por el incivismo y el ruido en la zona.

En rueda de prensa, la responsable ha aclarado que pese a ser una medida "lamentable", se ha tenido que llevar a cabo porque la solicitud de los propietarios del negocio se registró a principios de 2017, por lo que ha habido que aplicar la normativa vigente en aquel momento, pese a que el Plan General de Palma contemple restricciones que impedirían la reforma en la actualidad.

Truyol ha explicado que la aprobación de la licencia se ha producido este martes tras un largo debate entre los técnicos jurídicos y los del Ayuntamiento, en el que se buscaba la fórmula para impedir la ampliación. Sin embargo, después de cinco años se ha tenido que resolver cumpliendo la normativa vigente en 2017.

"La voluntad individual es una, pero las licencias están regladas y tenemos que cumplir las normas, aunque a veces no sean de nuestro agrado", ha aseverado la regidora, dando a entender que Cort se ha visto obligado a autorizar la reforma pese a la polémica vecinal.

El restaurante en cuestión, propiedad del Grupo Palma Ocio, es el Diecisiete Grados y se ubica en el número 12 de la calle Fábrica. La solicitud de ampliación le fue denegada en su momento, pero la empresa recurrió la resolución. Finalmente, Cort ha tenido que aceptar el recurso y autorizar la licencia, puesto que la normativa en 2017 limitaba los nuevos establecimientos en el barrio pero no las reformas de ampliación.