Uno de cada cinco euros que el ayuntamiento de Palma gastó en los años 2018, 2019 y 2020 se destinó a ejecutar políticas y proyectos que beneficiaron a los colectivos de la infancia y juventud del municipio

Lo anterior significa que, de media, el 20,5% de los presupuestos municipales correspondientes a estos tres años se destinaron directa o indirectamente a estos colectivos, lo que traducido en dinero supone más de 95 euros anuales.

Por áreas, en estos tres ejercicios la concejalía de Educación destinó a estos dos colectivos directa o indirectamente un total del 71,4% de su presupuesto anual (15,1 millones de euros anuales de media), mientras el porcentaje de la concejalía de Igualdad, que se corresponde con el actual departamento de Justicia Social, Feminismo y LGTBI, fue del 30,5% (una media de 1,2 euros al año). 

La concejalía de Bienestar Social destinó el 28,5% de su presupuesto directa o indirectamente a estos colectivos ( 8,6 millones) y el 19,69% de Cultura (2,4 millones anuales). Asimismo, el área de Participación Ciudadana invirtió una media de 24,9%, lo que supone un gasto de 850.000 euros anuales. 

Descenso de la población

Estos porcentajes se han obtenido mientras se produce un descenso paulatino de la población infantil y juvenil en relación al resto de colectivos censados en la ciudad pasando del 18,47% de 2018, al 17,18% de 2029 y el 16,03% de 2020. Estas cifras fueron dadas a conocer ayer por el teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social de Cort, Antoni Noguera, acompañado por Mercedes del Pozo, delegada del comité de la Unicef en Balears ;y la directora general de Infancia comunitaria y Proyectos de Cort, Margalida Gayà. Noguera recordó que en 2018 Palma fue declara por Unicef como «ciudad amiga de la infancia». 

Este reconocimiento obliga al Consistorio a una serie de actuaciones, entre las que se incluyen el desglose pormenorizado de las partidas económicas que las distintas áreas municipales realizan en materia de Juventud e Infancia.  

Noguera reconoció que no es un trabajo fácil, puesto que en él se deben implicar todas las concejalías, y valoró positivamente su resultado que, a su juicio, demuestra que a la hora de hacer política y tomar decisiones Palma tiene en cuenta al colectivo de menores y jóvenes. En este sentido, recordó que «una ciudad que se construye a medida de los menores es para todos, mientras que una ciudad hecha para los turistas solo es para ellos».

Por su parte, la delegada de la Unicef en Balears reconoció el trabajo realizado por el Ayuntamiento porque «no es fácil realizar una medición de los presupuestos en clave de infancia», aunque destacó que para averiguar que se están tomando las decisiones correctas «es necesario saber en dónde se está gastando el dinero».

Derechos reconocidos

Recordó asimismo que esta medición de los presupuestos en clave de infancia y juventud por parte de las administraciones se contempla en el artículo 4 de la Convención de los Derechos del Niño, en el que se establece la obligación de utilizar el máximo de sus recursos para hacer efectivas las acciones incluidas en este documento.

Por su parte, la directora general de Infancia Comunitaria y Proyectos del Consistorio explicó que a la hora de realizar las valoraciones presupuestarias se han tenido en cuenta los proyectos y los gastos destinados en su totalidad al colectivo de infancia y jóvenes, como puede ser el de las escoletes municipales, aquellas a las que acuden los niños o son utilizadas por los menores acompañados por adultos, como la utilización de juegos infantiles de los parques o las visitas a Can Balaguer, por ejemplo, además de un factor poblacional.