La patronal del pequeño y mediano comercio, Pimeco, ha manifestado su absoluto rechazo a las denominadas «supermanzanas» y «superislas» proyectadas por el Ayuntamiento de Palma y plasmadas en el neuvo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.

La propuesta consistente en la agrupación de manzanas y la restricción del tráfico rodado en sus calles para los no residentes, supondrá «un golpe mortal para los pequeños comercios y convertirá el centro de Palma en un solar», según esta patronal. Consideran que las «supermanzanas van a aislar el pequeño comercio del barrio, de manera que se complicará que lleguen a él personas que residan en otras zonas de la ciudad o en otra supermanzana», explicó el presidente de Pimeco, Antoni Fuster, quien insistió en que «los comerciantes no pueden vivir exclusivamente de las compras de los vecinos de su barrio».

Fuster manifestó asimismo que «estamos muy cansados y decepcionados con la política del Ayuntamiento de Palma que no hace más que complicar la supervivencia del pequeño comercio de la ciudad» porque, mientras «se llenan la boca de que quieren ayudarnos, que persiguen una ciudad con la idiosincrasia que le da el pequeño comercio, pero la realidad es que con las decisiones que toman no hacen más que favorecer las compras en las grandes superficies», que disponen de aparcamientos en exclusiva para sus clientes en las afueras de la ciudad.

Asimismo, afirmó que «las iniciativas llevadas a cabo por el área de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Palma no han hecho más que vaciar de gente el centro de la ciudad».

En este sentido, indicó que «nos parece bien que quieran disuadir a los ciudadanos de utilizar el coche para favorecer alternativas más sostenibles», aunque considera que paralelamente «se deben favorecer alternativas apostando por crear una buena red de transporte público y de aparcamientos disuasorios».