Casi dos centenares de vecinos se concentraron ayer en Son Sardina para mostrar su disconformidad con varias propuestas del Plan General (PGOU) para este barrio.

Una de las quejas principales de los manifestantes es el crecimiento urbanístico que prevé el proyecto de Cort en la zona. En concreto, la portavoz de la plataforma cívica Estimam Son Sardina, Margalida Moll, explicó que se quiere introducir un 50% de incremento demográfico, lo que provocaría la transformación de toda la morfología urbana del lugar y podría convertirlo en una «población dormitorio», aunque hasta ahora el entorno tiene «un estatus de zona tranquila y rústica».

Y es que, según Moll, «aunque Son Sardina es un barrio de Palma, tiene una idiosincrasia de pueblo», un carácter que peligra por las propuestas del Plan General. El documento prevé construcciones de hasta tres alturas, mientras que hasta ahora lo habitual eran plantas bajas.

Para Estimam Son Sardina, «la dinámica de construcción provoca que la zona se masifique y pierda su tranquilidad, además de romper la morfología urbana». Tampoco están de acuerdo con el aparcamiento que prevé el PGOU a la entrada del barrio, pues esto «solo saturaría más el tráfico».

Para los protestantes, hay otros servicios que hacen más falta en la barriada, como la reforma del colegio, un casal popular o más zonas verdes para los vecinos.