La pandemia provocada por la covid-19 ha supuesto un "parón" del crecimiento del porcentaje de recogida selectiva en Palma, hasta el punto de que pone en peligro que la ciudad pueda alcanzar en 2025 el 55% de reciclaje de residuos que la unión Europea exigirá este año.

Si bien desde 2015 al 2019 el porcentaje de reciclaje se había incrementado notablemente pasando del 15% al 26%, en 2020 bajó hasta el 24% principalmente debido a la disminución de la actividad económica por la pandemia y, a lo largo del año pasado volvió a ponerse en porcentajes prepandemicos del 26%. No obste dentro de tres años, en 2025, la Unión Europea exigirá porcentajes de reciclaje del 55%, por lo que hay que conseguir separar buena parte del 74% de la basura que aún no se recicla, en apenas tres años. El teniente de alcalde de Medio Ambiente, Ramón Perpinyà, ha manifestado que si bien es un objetivo "difícil de alcanzar", hay que hacerlo "sí o sí, porque no es una opción".

Al respecto, ha manifestado que desde Emaya "se tienen las esperanzas" en un importante incremento de la recogida de materia orgánica, que ya está implantada en el 80% de la ciudad y que se prevé que lo esté en su totalidad entre este año y el próximo.

Perpinyà ha hecho hincapié en el hecho de que la fracción de rechazo en 2018 era de un 74% del total, por lo que hay que conseguir bajar esta proporción hasta alcanzar el 15% del total, incrementando la recogida orgánica hasta alcanzar un tercio del total, sin olvidar el resto de fracciones.

El presidente de Emaya, Ramón Perpinyà, ha hecho balance esta mañana de la recogida selectiva en Palma.

Materia orgánica

Si bien la recogida de materia orgánica también sufrió una bajada en 2020 en relación a 2021 debido a a la disminución de la actividad económica y, en especial, la turística y de restauración, en estos momentos el 80% de las barriadas de la ciudad (61 barrios) ya disponen de contenedores marrones. Este despliegue da servicio a 354.000 personas, aunque a lo largo del año pasado lo utilizaron unas 100.000. En cambio la recogida selectiva móvil, que da servicio al centro de la ciudad, ha conseguido porcentajes de reciclaje del 64%, muy por encima de las exigencias de la UE, con un 26% de la recogida de la fracción orgánica.

El sistema de recogida de trastos mantiene un nivel de incivismo del 20%, lo que significa que este porcentaje del total de voluminosos que se recogen de la ciudad, se depositan fuera del día y las horas que tocan en cada barriada y en lugares no permitidos como cerca de los contenedores de residuos sólidos urbanos en lugar de dejarlos junto al portal de la vivienda.

El camión de reciclaje ha incrementado notablemente el número de usuarios, puesto que en 2017 lo utilizaron 5.000 personas y a lo largo del año pasado 19.600.

La recogida comercial puerta a puerta que se realiza en los polígonos de Can Valero, Son Castelló, Son Rossinyol y Son Valentí ha pasado del 8,6% de recogida selectivas que se realizaba en 2019, un porcentaje considerado bajo, al 38% a lo largo del año pasado, porcentaje que se acerca más al 55% exigido por la UE. Además este sistema, según Perpinyà ha conseguido quitar los contenedores de la calle y mantener los polígonos más limpios.